OTOÑO.

Nada resulta gratis en la vida terrenal. Hoy para ganarnos esta paella hemos de recorrer una parte del Valle de Valderredible.

Paella de ocho raciones para no quedarnos cortos, que subimos a los pueblos matorrizos del Valle.

Primero hacemos una parada en la interesante iglesia de Cezura.

Ventana del ábside con sapo incluido.

Comienzos de otoño, fecha con mucho encanto en esta comarca de bosques y frutos silvestres.

Con las lluvias van apareciendo los boletus.

Los escaramujos están a punto de madurar.

En unas semanas los chopos se iluminarán.

Hacemos parada en San Cristóbal del Monte. Hermoso lugar rodeado de praderas y bosques.

Para dirigirnos a Navamuel.

La espadaña huérfana de campanas nos indica lo irremediable. Dos habitantes en Coroneles.

Pero con ganas de conversación.

Bajamos de nuevo al Valle donde se cambian los prados por los cultivos.

Pasado Villamoñico miramos el hayedo bajo la Lora que parece que ya quiere tornar el color.

Luis prepara la paella bajo la supervisión del maestro Padrino, mientras el resto pone la mesa y el aperitivo. 

De postre quesada pasiega. 

Viva el otoño!!!.

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