domingo, 31 de octubre de 2021

CRESPOS. EL VALOR DE LO SENCILLO.

No hay nada más sencillo que coger el palo, un bocadillo y ponerte a caminar. 
A veces huimos de lo sencillo y nos complicamos sin necesidad. 
Qué hay más sencillo que una ramita de haya en otoño?
No es más sencillo este alfombrado pasillo, que rotondas y autovías?
Si sencillo es el camino también lo tiene que ser el pueblo al que llegamos. Crespos, en el Valle de Manzanedo. Las Merindades de Burgos. 
Piedra, madera y sencillas ventanas.
Estamos ante el elogio de la sencillez. Preciosa iglesia románica de principios del S XII.
Aquí todo es sencillo, por eso la puerta permanece abierta, sin más custodios que los portentosos nogales.
Incluso puedes encontrar un sencillo alojamiento.
Quizás el edificio más sencillo del pueblo, adornado con dos sencillas colmenas o dujos.
Y que alberga un horno comunal para hacer el más sencillo de los alimentos, el pan.
Por este sencillo  camino dentro del hayedo subimos al páramo de Bricia.
Desde donde tenemos unas sencillas vistas. Perros, un pueblo desaparecido y Munilla, esperemos que se mantenga.
Acabamos el relato explicando que es una ruta sencilla, como suele decirse, apta para todos los públicos.
Que nos permite llegar al punto de salida. Bricia, perteneciente al Alfoz de Bricia. Sencillamente fenomenal el paseo.








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