viernes, 12 de junio de 2020

BIZCOCHO DE LIMÓN



Después de muchos días de confinamiento, afortunadamente he podido disfrutar de mis dos grandes pasiones: la lectura y la cocina. 
El bizcocho de hoy es espectacular y distinto a los demás. Os daréis cuenta cuando leáis la receta y ponga “ la piel del limón frita”. Este es el toque.
INGREDIENTES:
- 1 yogur de limón ( el envase, será la medida para todo ), 3 huevos, 1 medida del yogur de aceite, 1 sobre levadura química, 3 medidas de harina de trigo, 2 medidas de azúcar o 30gr edulcorante, zumo de 1 limón grande, ralladura de un limón y piel de un limón frita.
ELABORACIÓN :
1- Tamizamos la harina junto con la levadura. Reservamos
2- Separamos las yemas de las claras.
3- Batimos las claras a punto de nieve, reservamos.
4- Pelamos un limón y freímos la piel con dos cucharadas de aceite.
5- Exprimimos el limón, reservamos.
6-  Batimos en un bol, las yemas, el azúcar o edulcorante muy fuerte, un rato.
7- Añadimos el yogur, el aceite, la ralladura del limón y el aceite donde hemos frito la piel.
8- Vamos añadiendo la mezcla de harina y levadura poco a poco mientras batimos.
9- Con la “ lengua” pastelera, añadimos la clara poco a poco y removiendo con cuidado.
10- Precalentamos horno 180° arriba y abajo.
11- Ponemos papel de horno en el molde o untamos con mantequilla. Añadimos la mezcla y al horno 50minutos. La prueba del cuchillo para saber si está
12-  Lo he espolvoreado con azúcar glass.


Y esto es todo. Animaros a hacerlo, es impresionante el toque cítrico que le da el frito de la piel.
¡Qué aproveche! 😋
¡Bon profit!   😋

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@maituchef

martes, 9 de junio de 2020

PEÑAS ARRIBA HASTA PEJANDA.

Va siendo hora de estirar las piernas tras este impuesto descanso. Escogemos una ruta por asfalto entre pueblos, prados, bosques y montañas para reencontrarnos con la naturaleza.
                         
Pedaleamos desde Puentenansa templando el ritmo para no derrochar fuerzas y aprovechando esta húmeda mañana para recibir en los sentidos toda la potencia de la primavera.
Miramos atentos la presa del embalse de la Cohilla y nos mentalizados del esfuerzo requerido para coronarla.
Y piano piano conseguiremos remontar.
Nuestra meta será Pejanda, allí conocemos una acogedora cantina que aplacará nuestra falta de líquido.
Bajaremos de nuevo, cara al norte y lloviendo. La idea de comer un cocido montañes en Cabuérniga hace más liviana la mojadura.