domingo, 31 de octubre de 2021

CRESPOS. EL VALOR DE LO SENCILLO.

No hay nada más sencillo que coger el palo, un bocadillo y ponerte a caminar. 
A veces huimos de lo sencillo y nos complicamos sin necesidad. 
Qué hay más sencillo que una ramita de haya en otoño?
No es más sencillo este alfombrado pasillo, que rotondas y autovías?
Si sencillo es el camino también lo tiene que ser el pueblo al que llegamos. Crespos, en el Valle de Manzanedo. Las Merindades de Burgos. 
Piedra, madera y sencillas ventanas.
Estamos ante el elogio de la sencillez. Preciosa iglesia románica de principios del S XII.
Aquí todo es sencillo, por eso la puerta permanece abierta, sin más custodios que los portentosos nogales.
Incluso puedes encontrar un sencillo alojamiento.
Quizás el edificio más sencillo del pueblo, adornado con dos sencillas colmenas o dujos.
Y que alberga un horno comunal para hacer el más sencillo de los alimentos, el pan.
Por este sencillo  camino dentro del hayedo subimos al páramo de Bricia.
Desde donde tenemos unas sencillas vistas. Perros, un pueblo desaparecido y Munilla, esperemos que se mantenga.
Acabamos el relato explicando que es una ruta sencilla, como suele decirse, apta para todos los públicos.
Que nos permite llegar al punto de salida. Bricia, perteneciente al Alfoz de Bricia. Sencillamente fenomenal el paseo.








viernes, 29 de octubre de 2021

CANTABROS Y ROMANOS EN LIZA. SANTIBAÑEZ DE LA PEÑA.

Uno de los principales motivos de las salidas de este grupo es aprender de quien algo sabe, sea este un pastor, un ganadero, un agricultor, un anciano o un profesor. Sin distinción de oficio ni de género.
En otoño también se puede salir por el placer de disfrutar de estos colores y esta luz, únicos.
Elegimos la atalaya del fondo para tener una buena perspectiva de lo que hemos venido a ver.
Se trata del Castro de La Loma en Santibañez de la Peña y los tres cercanos campamentos romanos de asedio a dicho Castro.
A vista de pájaro comienzan las primeras explicaciones de cómo estaba configurado el Castro indígena y cómo los romanos rodearon dicho Castro desde tres puntos distintos. Nos encontramos casi 500 metros por encima de dichos emplazamientos, pero merece la pena el esfuerzo de la subida. Con esta vista y la explicaciones de Manolo vamos aclarando lo que aquella batalla pudo ser.
A continuación bajaremos a recorrer el oppidum cántabro y los emplazamientos romanos.
Estamos hablando del año 26 antes de Cristo.  Excavaciones donde aparecen los muros de defensa de dicho Castro.
Una vez visualizado parte del poblado con sus murallas, fosos y defensas naturales, nos dirigimos hacia los campamentos de asedio romanos.
Preparando la estragia. No vemos claro romper esa línea de defensa natural.
Habrá que controlar los accesos al agua.
Los cántabros aguantarían unas semanas el asedio, quizás meses, pero al final los romanos siguieron avanzando hacia el norte.
Nos quedamos meditando cómo pudieron transcurrir aquellos acontecimientos.
Gracias a las explicaciones recibidas nos hemos ido dos milenios hacia atrás. Ha sido un placer escuchar al que sabe.
Despedimos la jornada como siempre, una cerveza en Cervera de Pisuerga, en una cantina de sus soportales.

















domingo, 24 de octubre de 2021

PASEO MAÑANERO AL MONTE HIJEDO.

Jornada básicamente gastronómica y familiar precedida de un estupendo paseo hasta el Monte Hijedo.
La gata se queda impresionada de lo que ve sobre la mesa.
Pero vayamos por partes. Tres horas de caminata nos abrirán un apetito de mil demonios.
Los trillizos se dejan fotografiar en buena compañía.
Qué maravilla es el otoño, sobre todo si tienes cerca un hayedo y un robledal para disfrutar de un paseo.
Al fondo el Monte Hijedo.
Roquedos de arenisca, cuevas y chozos de pastores, buitres surcando el cielo.
Antiguos corrales para guardar jatos y corderos.
Y caprichosas formas que la imaginación pone nombre. Tortuga.
Volvemos para casa que ya pica el gusanillo. Al fondo Herbosa y el Pantano del Ebro.
Alguien tendrá que hacer el arroz.
Bueno, digamos que será el horno el encargado de su elaboración.
Con un buen resultado. Arroz al horno estilo valencia que aprovecha garbanzos, morcilla, patata, costilla, panceta, tomate, cabeza de ajos...en fin,  productos de andar por casa y que nos pueden haber sobrado de un cocido anterior. 
Rebañado el arroz aun nos hemos metido una ración de manos. Qué pecadores!!
Así que hasta el gato se echa la siesta después del homenaje gastronómico.
Despedimos la jornada recolectando las últimas manzanas. Pequeñas pero sabrosas después de haber recibido ya un par de heladas.





sábado, 16 de octubre de 2021

CASTRO VALNERA. MIRADOR DE CANTABRIA.

Después de varios años volvemos al Castro Valnera. Alguno se estrena en este privilegiado mirador.
El día es espectacular, limpieza casi absoluta. Mar de nubes en los valles, poca bruma hacia la costa y mejor temperatura en los altos que en el fondo. 
Condiciones necesarias para acceder a esta zona, el mayor enemigo la niebla y acaso el viento. Con nieve o hielo, para los especialistas.
La subida muy aérea, con unas vistas panorámicas en todas las direcciones.
Ya tenemos a la vista el Castro.
Aquí nos quedamos un buen rato disfrutando del momento y de las vistas.
Y de un merecido trago.
Puro vicio.
Qué bien se ve El Castro desde la terraza del Refugio. Tomaremos la cerveza fin de ruta y comeremos, que lo hemos ganado.




viernes, 8 de octubre de 2021

VALDEPRADO. LAVADEROS Y DERROTAS.

Valdeprado de Rio es un bonito territorio situado al sur de Cantabria que limita con Valdeolea y Valderredible, entre otros.
Para este grupo cicloturista, Tierra Santa. 
Hoy salimos de Arroyal de Carabeos. Podíamos coger La Robla y hacer una interesante ruta en tren hasta Bilbao o hasta León.
Pero seguimos fieles al pedal y cogeremos las bicis. 
El perro con cebilla nos permite el paso sin objeciones. No así un par de mastines como leones que tenemos que encarar y ahuyentar, tras ser ferozmente amenazados nosotros.
Disfrutamos del camino entre robles y pinos que nos lleva hasta Arcera.
Escuela, fragua, bolera e iglesia.
Fuente, pilón y lavadero. 
Edificios rehabilitados que nos hablan de un pasado donde ciertos trabajos eran compartidos. El otro día vimos una tejera en Aguayo, hoy la fragua en Arcera. La pila para templar los hierros sirve de jardinera.
Titulamos la entrada derrotas y lavaderos porque ambas cosas nos han salido al paso en toda la ruta.
Ganado en libertad aprovechando el pasto  antes de que vengan los copos de invierno.
Ventana geminada y palomar. Edificios muy antiguos en todos los pueblos. Pasamos por ocho de los dieciseis que componen el municipio.
Ahora estamos en Matarrepudio.
Valdeolea.
Auténtico lavadero a nivel de suelo en el que se hacía imprescindible el uso de la banquilla  para hincarse de rodillas.
Pilón romano, así consta en el cartel.
Extensas praderas en Valdeolea que ya fueron aprovechadas por las legiones romanas para el pasto de sus caballos.
Restos de la calzada de los blendios. 
La ruta es muy entretenida, didáctica y sobre todo placentera. El otoño es una maravilla para disfrutarlo en estos entornos.
Último pilón y lavadero de la ruta.
Horno adosado a la casa. 
Final feliz en la cantina posada de Arroyal. Deseamos mucha suerte al posadero y amante de las bicis, y que la cantina sirva de lugar de encuentro para la gente que aun aguanta en la comarca.