domingo, 9 de mayo de 2021

SENSACIONES. PARQUE NATURAL COLLADOS DEL ASÓN.

Sensaciones emocionales, visuales, olfativas, anímicas...
Todo eso y más es lo que sentimos en esta excursión por el P. N. Collados del Asón.
Genciana Azul.
Hace pocos meses, en otra ruta, vimos el Poljé de Brenavinto completamente inundado. Hoy es una hermosa pradería.
Haremos la vuelta al Colina, 15 km balizados que nos mostrarán rincones espectaculares de este Parque Natural. Pasado glaciar y presente de bosques.
Pero no hay que olvidar el aprovechamiento secular y heroico que las personas han hecho del mínimo lugar donde se pueda construir una cabaña y hacer un prao.
Almezerión bajo.
Piedras no faltan para la pared pasiega, faltan brazos que levanten las caídas.
La manada sigue a la excursionista callejo arriba. No hay temor, hemos nacido cerca del pesebre.
Impresionante lapiaz que se asoma a la gran dolina del Hoyo del Saco.
Al fondo nuestro objetivo. El Pico Colina.
Anémona de los bosques.
Continuamos ascendiendo dejando a nuestra derecha el impresionante Barranco del Colina y al fondo norte la costa, Laredo y Santoña.
Cumbre, buzón alpino y vistas 360 grados. Al fondo el Castro Valnera y el Picón del Fraile.
Sensaciones difícilmente catalogables las de un trago de clarete fresquito en la cima. 
Descenso, comida y siesta. La vuelta muy interesante, buenas vistas al paisaje glaciar y de nuevo tramos por bosque. Las raspaneras están floreciendo.
Nos internamos en el Respiradero.
Acederilla. Aleluya.
La gran grieta sirve de pasillo, también dentro de ella la vegetación se especializa y vive, como la anterior aleluya, gustosa de la humedad y la umbría. 
Un descanso esperando a los rezagados, a la sombra del rodal de abedules.
Gamón Blanco.
De nuevo vemos el Poljé de Brenavinto en nuestro descenso. Queda poco para llegar a la fría fuente de la Fertilidad con nuestros mejores deseos, que nada tienen que ver con su nombre, sino con aplacar la sed y limpiarnos el polvo del camino.
Buenas sensaciones nos ha dejado la ruta.


 

















miércoles, 5 de mayo de 2021

POR SELES Y PANDOS, ENTRE CABAÑAS Y PRADOS.

Hoy nos aselamos a zonas altas.
Desde Los Pandos hasta Pandoto pasando por Sel del Hoyo. Desde La Sota a San Pedro, Carrascal y La Puente.
Será un circuito que no nos deja indiferentes. El paisaje es único, el día inmejorable, el esfuerzo considerable y la recompensa sublime.
Haya de porte grandioso con sus recién estrenadas hojas aún aterciopeladas.
No es casualidad que se encuentre en un cruce de caminos.
Esto es el paraiso de los animales.
Algunos definen el Sel como una parcela circular en media o alta montaña con una piedra hincada en su centro.
Vamos perdiendo altura y maravillándonos con las vistas.
Zona de prados, rectilíneas paredes y cabañas.
Estos pasiegos son unos expertos en la domesticación del paisaje.
Tenemos suerte de conocer la quesería y adquirir unos quesos curados. Trato muy amable de las personas, y queso de estupendo sabor que enseguida probaremos.
Nos ha costado llegar a San Pedro del Romeral, haremos un descanso en la plaza de la Villa.
La bonita ermita de Carrascal nos procura el sitio perfecto para disfrutar de la comida.
Despues de la siesta ponemos rumbo a casa. 
Tres primos no pudieron venir. Aquí se lo contamos. Otro día será, pero el de hoy me parece irrepetible.





domingo, 2 de mayo de 2021

PRIMAVERA EN ESLES. CANTABRIA.

Pasa el Día de la Madre recordando que solo hay una y que ya no está con nosotros.

Si hubiera dos, la segunda sería La Naturaleza. La generosidad en ambas es infinita, de vez en cuando un ligero toque de atención.
Y LA Naturelaza adquiere su máxima expresión en primavera.
Desde Esles recorremos un circuito donde la primavera nos regala toda la gama de los verdes.
Subimos al Hayal dejando atrás el pueblo y los prados.
Y recibimos un buen baño de bosque por el interior del hayedo.
Caminar por estos espacios es maravilloso. Actividad física, aire puro, vistas excelentes, y momentos de meditación aunque vayas acompañado. Sin quererlo te descuelgas.
Aquí nos refrescamos y llenamos la cantimplora.
Comida y siesta cerca de la cagiga. Los pájaros, los campanos y un lejano gallo nos arrullan el descanso.
Seguimos descendiendo y echamos la vista al camino recorrido.
Existe leche buena y mala leche. La de la pinta es la primera.
Regresamos al pueblo y disfrutamos de un recorrido urbano lleno de preciosas casas.
Algunas están escondidas tras altos muros y árboles de grandísimo porte.
Nos despedimos de Esles con un buen sabor de boca y con ánimos renovados para encarar la semana.