jueves, 31 de marzo de 2022

EXCURSIÓN POR LAS MERINDADES. BURGOS.


Las Merindades forman una amplia comarca al norte de Burgos que nunca nos cansamos de visitar.
Sus más de 300 pueblos dan para muchas jornadas y otras tantas rutas.
Hoy salimos de Quintanilla Valdebodres en dirección a la Dulla.
Por pequeños y deshabitados  que sean sus pueblos siempre encontraremos rincones y estampas admirables.
Ascendemos por uno de los barrancos hasta coronar la meseta del Dulla.
Por el camino observamos desde antiguas carboneras hasta restos de ventas, pero sobre todo naturaleza. Ya sean rapaces, como buitres y alimoches o la diversa vegetación adaptada a estos escarpes.
Geológicamente es de una belleza sinigual. Desde cascadas hasta fallas, incluso nos habla Manolo de un anticlinal colgado. Algún fósil también aparece por el camino.
De la serie de barrancos, el que forma el río Dulla es el más impresionante.
Pero no sólo como espacio natural de gran belleza nos atrae. Sus restos arqueológicos han servido como soporte a la visita de hoy.
Desde antiguos pobladores de la edad de Bronce, hasta castros cántabros y campamentos de asedio romanos. Que hasta el mismo Agripa anduvo por aquí intentando sofocar las últimas rebeliones. Así lo atestiguan restos de monedas romanas encontradas.
Oídas las explicaciones, vamos a buscar un buen sitio para comer al refugio del viento, que parece que ya hay ganas de apretar la bota.
Refescamos los pies en las frías aguas del arroyo y damos por finalizada la excursión.
Íbamos a tomar la cerveza en Puentedey pero estaba cerrado.










viernes, 25 de marzo de 2022

VIENTO SUR.

Si la loca ventolera de Sur no lo impide llegaremos hasta el Pico Obios desde Arenas de Iguña.
Con un poco de asistencia al  pedaleo la subida se hace más liviana. 
Los bueyes intentan arrancar las pocas hierbas que asoman en la campa del Moral. 
Cantabria es una belleza, cualquier punto se convierte en un mirador.
Desde los escondidos Valles ...
hasta los puntos más altos...
fue un acierto el eslogan de "infinita".
El fuerte viento sur en Obios 1222m. nos obliga a estar atentos al manillar. 
Descendemos hasta Las Fraguas.
Echamos un rato viendo el palacio y la iglesia y charlando con el paisano que cuidaba sus vacas por los campos.
Unos blancos de barrica pondrán fin a la excursión. 





sábado, 19 de marzo de 2022

EL PASADO QUEDÓ ATRÁS.

Viajamos en el tiempo por tierras de la Lora burgalesa.
Corría el año 1964 cuando surge el primer chorro de petróleo.
Y como vino se fue, permanecen las tierras de labor a la vista, en el subsuelo descansa el "oro negro".
Como únicos testigos "las palpitaciones de corazón mecánico" que tan líricamente narraba el NODO.
Y entre las patas del caballito el avezado fotográfo, es capaz de mostrarnos los generadores eólicos. Pasado, presente e incierto futuro.
Y hablando del fotógrafo, por aquí cabalga, oteando el verdadero oro, el de siempre desde que los últimos cazadores-recolectores se asentaron y llenaron los campos de semillas. Trigo, patatas y ahora colza, que está en alza.
Dentro de otros cincuenta años, serán los  molinos eólicos restos de arqueología industrial.
 O quizás se haya corrido un tupido velo sobre el planeta. Hasta ahora sabemos "que la 
supuesta crueldad de la naturaleza no es nada comparada con la crueldad de la historia".
Seguimos el viaje en el tiempo,  nos remontamos 6000 años atrás, esos primeros agricultores asentados en el territorio buscaron descanso para sus muertos.
Y construyeron grandes dólmenes como éste, llamado de La Cabaña, próximo a Sargentes.
Pueblo que visitamos, con parada y almuerzo.
Dejamos la Lora para seguir hacia el escondido San Andrés de Montearados.
Camino de Hoyos del Tozo dejamos a la izquierda el espectacular cañón que forma el Río Rudrón.
Cascada e iglesia  de Hoyos forman un bonito conjunto.
Acabada la excursión retornamos al revuelto presente. Quizás a refugiarnos en alguna lectura que nos dé un poco de luz entre tanta tiniebla. Por ejemplo "Sapiens" de Noah Harari.













 


domingo, 13 de marzo de 2022

SOMARRIBA-ORBANEJA DEL CASTILLO.

En estos tiempos tan convulsos es un placer pedalear por estas tierras, que también conocieron la guerra, pero que actualmente son remansos de paz.
La fachada oeste del campanario de Barrio de Bricia aun guarda las huellas de la contienda.
Pedaleamos por el páramo de Bricia. Renedo, Barrio, Cilleruelo, Espinosa.
Parece el lugar de la desolación. Tiene todos los componentes típicos de la despoblación, inviernos largos y fríos, lejos de grandes centros urbanos, agricultura y ganaderia extensiva. En definitiva, un reto para los pocos que allí habitan.
Un poco de lluvia no nos acobarda, nada comparado con la que está cayendo por otros lugares, y que los medios nos meten en casa.
Con lo bonito que es el amor...
Orbaneja del Castillo, que fué ejemplo de convivencia de distintas culturas.
Seguimos en ruta entre tierras de labor abandonadas y antiguas construcciones, conocidas como chozos.
Sobrevolamos el Valle de Zamanzas.
El sendero se va cerrando, el jabalí se encarga de que no se haga totalmente intransitable.
Vamos cerrando el circuito. Al norte de la cordillera se adivina buen día, el viento sur despeja de nubes Cantabria.
De nuevo en Bricia despues de una agradable mañana. 
Bajamos a Castañeda a comer la tortilla, el chorizo y la bota.