domingo, 25 de julio de 2021

LA LORA Y COVALAGUA.

Magnífica jornada de paseo por La Lora y por el entorno de Covalagua.
La suave brisa que por la Lora corre nos libra del calor.
Pero, "quién diablos haría este llano tan grande"? 
Juan Rulfo.
Estos hitos cónicos gigantes nos acompañarán en el recorrido.
Por un estrecho sendero, a veces un poco aéreo, llegaremos a la Cueva del Toro, enorme cavidad refugio de maquis.
Volvemos al Páramo a recrearnos con la rica diversidad de plantas y flores. Aquí una variedad de Té de Roca.
Más adelante muchos rodales de Árnica.
Y otros tantos de 
Manzanilla de Lastra.
Y de vez en cuando nos asomamos al Valle de Valderredible, pero con cuidado, el precipicio es de embergadura.
El camino que nos lleva hacia Covalagua está flanqueado por grandes quejigos trasmochos. Modalidad de poda que sirve para un mejor aprovechamiento de leña, tanto para la lumbre como para hacer el carbón vegetal.
Finales de julio quizás no sea la mejor época para ver en su plenitud esta surgencia de Covalagua, aún así es un entorno fantástico.
Después de la comida y el descanso nos acercamos al mirador desde el que se ve perfecto el circo.
Ultimo vistazo de Valderredible desde el mirador de Valcabado con el sol de la tarde.
Todavía tenemos tiempo de realizar una visita guiada a la iglesia de Mata de Hoz en el vecino Valle de Valdeolea.
Románico, gótico, pinturas del S. XV. Todo ello en una pequeña iglesia rural. Una maravilla.

















martes, 20 de julio de 2021

EMPLAZAMIENTOS.

A qué obedece la elección de tan singulares lugares para la colocación de iglesias y ermitas?
Con cuatro días de diferencia he visitado estas dos:
San Salvador de Valdedios. S. IX.
En el seno de un profundo y fértil valle. Valle de Boides. Asturias.
Ermita de la Virgen del Moral. Situada en punto estratégico dentro del Parque Natural Saja-Besaya, dominando varios Valles.
Me quedo con la siguiente hipótesis de una autoridad:
"Será por puro resabio pagano, unido a oportunismo clerical, por lo que en fuentes situadas en lugares umbríos, altos que dominan una tierra, lugares que llaman la atención por su belleza o su carácter misterioso, hay una ermita o un santuario mayor? ¿O no será que la emoción que sentía el hombre antiguo, precristiano, ante aquellos lugares, era la misma que siente o ha sentido el cristiano hasta hace poco"?
Julio Caro Baroja.

viernes, 16 de julio de 2021

PEDALEO ASISTIDO.

Lo más parecido a una bicicleta es una bicicleta eléctrica.
Desde hace no menos de tres años, nuestro preparador físico y psicólogo de cabecera, botero Sito, subiendo a Camarmeña para tener buena visión del Naranjo de Bulnes, nos iba avanzando la idea de pasarnos  a las bicis eléctricas.
Nuestro experto en vinos, psicólogo de reserva, por si falla el titular, y sociólogo con título, se está animando al tema ebike.
"Algo hemos hecho mal si a nuestra edad no podemos permitirnos el capricho de un cacharro de estos". Botero Luis dixit.
Otros, también con titulación, opinan que todavía estamos como toros, de la cabeza para arriba pienso yo, y que debemos seguir subiendo Puertos poniendo nuestra patata a prueba.
Siempre hemos entendido la bici como un instrumento simple, limpio y silencioso que nos lleva a sitios únicos. 
Circuitos por caminos y carreteras secundarias que nos han dado placenteras jornadas.
Incluso hemos llevado la bandera de la tierruca por Vias Romanas. (Arco de Cáparra, Vía de la Plata).
El culpable es el botero Roberto, que nos suele poner en evidencia las pocas veces que nos acompaña, no mostrando casi nunca síntoma alguno de cansancio o queja por la dureza de la ruta.
El que suscribe, al que le faltan seis años para acabar medicina, más el MIR,  opina que patata, no hay más que una, y que debemos cuidarla sin tener que renunciar a seguir recorriendo Cantabria y alrededores con sus innumerables Puertos, Collados, caminos y pistas que nos llevan a lugares siempre destacados.
Así en la misma jornada puedes 
Recorrer la reserva espiritual de Cantabria, como lo llama Roberto, subiendo el Puerto de La Estranguada y después el del Caracol.
Y seguir disfrutando del entorno parando a charlar con los paisanos, de los cuales siempre aprendemos, por ejemplo, que esta vaca es pasiega cruzada con asturiano.
O dejando que nuestra vista se recree con el paisaje sin que el sudor nos impida verlo.
Y de vez en cuando una paradita para saborear productos de la tierra.
Por si no fueran suficientes los dos Puertos anteriores, aún tengo que subir hasta Abionzo por Villacarriedo.
Última foto y continúo.
Alguno puede opinar que no es hacer bici, lo respeto, pero si no das pedales no hay asistencia. La batería dura en proporción a lo que te hayas esforzado, a tu peso, y a la dureza del circuito.
Si quieres hacer ejercicio ya lo creo que lo haces, pero si estás vaguete ese día pues te auxilia.



 



 








sábado, 10 de julio de 2021

VERANO.

Quizás la estación más esperada y deseada del año.
Uno tiende a buscar la luz y el sol, días largos y tiempo cálido pero sin pasarse, por lo menos en estas latitudes.
Aprovechamos este fabuloso día de verano para darnos un paseo por San Miguel de Aguayo.
Disfrutando de su ondulado paisaje de praderías y bosques de hayas, avellanos, espinos y acebos. 
Entrada la mañana ya las vacas están tumbadas rumiando. Cuenta el municipio con una abundante cabaña ganadera.
 Aunque la mixta quizás no ha llenado la panza, necesitan mucha comida estos animales.
Roberto pasa revista a su manada, no vaya a ser que haya alguna averiada.
Mientras, Sito no puede reprimir hacerle una caricia a la hispano-bretona. Comentamos el resto, que tiene un don especial este botero con los animales.
El verano es la estación de los olores, y éstos, grandes evocadores de recuerdos. A mí el verano me huele a hierba, a manzanillas y madreselvas. Me huele a ganado en libertad y a cangrejos. Y me huele el viento norte cuando sale a las cinco de la tarde. Y todo ello me trae recuerdos.
También huele a barbacoas y sardinas, y el día de hoy huele a paella valenciana.
Y si huele bien, es que sabe mejor. Bien acompañada de personal y regada con un caldo también valenciano. Un lujo.
Ya llegó la niebla y con ella la humedad y el fresquito. Las vacas contentas de espantarse la moscas y reiniciar el pasto.
 Bajamos por el Embalse de Alsa hasta Bárcena de Pié de Concha donde tomamos un digestivo y visitamos su iglesia románica.
Buena jornada de verano que nos echamos al zurrón.












domingo, 4 de julio de 2021

VIENTO DEL NORTE.

Campoo-Los Valles, Los Alfoces de Bricia y Santa Gadea, Valdebezana, Arija. Toda la comarca es bien querida por nuestras bicis y botas que no distinguen de fronteras. Quizás para quererla se necesita tener el vículo de ser la tierra que te vio nacer.
Balcones y jardines adornados y el tractor calentado motores,  estamos en época de recogida de la hierba.
El clima frío y húmedo de la comarca favorece la abundancia de praderías, de un sólo corte, pero hierba de calidad.
 Abundan también bosques y pastos.
Pastos aprovechados tanto por las charolesas como por las limusinas. Falta poner en  valor real el producto, carne de primera calidad de las explotaciones extensivas.
De repente, entre prados y bosques aparecen pueblos con pequeñas joyas. Como este ábside románico de la iglesia de Virtus. S. Xlll.
Desde el Puerto de Carrales tomamos esta foto de Los Castros de Barrio y Quintanilla. Antiguos pobladores los ocuparon.
Entramos en Valderredible sin necesidad del pago de la sisa. El fielato aguanta a duras penas.
Iglesia de Quintanilla de Rucandio. S. Xll.
 Como dicen los metereologos, parece que se forman nubes de evolución tras El Castro.
Doble espadaña en el pueblo de Allén del Hoyo.
Montejo de Bricia es un privilegiado mirador hacia la Sierra del Cordel y Tres Mares.
Buenas casas de piedra de sillería.
Si será fresca el agua de la fuente de Higón que no nos dejaban de pequeños beber directamente del caño. Cogíamos anginas, decían nuestras madres.
El hombre donde nace, el buey donde pace.
Si alguno se anima, que sepa que hasta Santiago de Compostela son 570 km. Eso marcaron nuestras bicis allá por el año 2010.
La culpa de un paisaje espectacular y verde lo tiene ese viento del norte cargado de humedad que asoma por el Puerto del Escudo, formando oleaje en el pantano.
La cigüeña aprovecha el prado recién segado para buscar ranas y culebras que tendrá a sus polluelos con hambre atroz.
No son aquellos chalados en sus viejos cacharros, son aficcionados al kite-surf que valiéndose de las térmicas que descienden del Puerto hacen volar sus cometas y sus tablas.
Yo, sin embargo, he tenido que pedalear contra viento para llegar a casa.