Llamamos a Santander campo base por ser esta ciudad donde iniciamos los desplazamientos a los distinos lugares por los que discurren las rutas de Rueda la Bota.
Sábado temprano por la mañana, preciosa luz y viento sur, iniciamos el recorrido por uno de los extremos de la ciudad y lugar estratégico y emblemático, el faro de Cabo Mayor.
Bordeando las playas del Sardinero. |
Seguimos por la senda conocida como de Mataleñas, bordeando el campo de golf y con buenas vistas a la costa. |
Aprovechamos el carril bici, que cada vez mayor número de personas se animan a utilizar. |
Nos adentramos en la Península de la Magdalena, recorriendo todo el recinto, privilegiado lugar de uso y disfrute de cualquier ciudadano.
La ascensión al palacio sirve como pequeño entrenamiento para futuras ascensiones y asomarse a la barandilla y contemplar la isla de Mouro o la cercana costa de Pedreña y Somo te produce un instante de felicidad absoluta.
Encaramos la parte sur de la ciudad por la pasarela de madera de las playas, llegando a la Duna, tranquilo lugar de observacion de la bahía y a lo lejos, de las principales cumbres montañosas de la región.
Seguimos recorriendo la bahía sin salirnos del carril bici.
Y llegamos a otro emblemático lugar, la Grúa de Piedra.
El mismo carril bici nos lleva hasta el Barrio Pesquero y la lonja de subastas del pescado.
Y como ya vamos por la mitad del recorrido aprovechamos la cantina que tenemos a la vista para reponer líquido. En 1971, nos comenta su dueño que la abrió, y que conoció mejores tiempos cuando la lonja estaba justo enfrente y había más movimiento que en la actualidad.
A la vuelta aprovechamos para hacer unas pequeñas compras, hoy toca un pan de maiz y una frasca de vermout de solera. |
1 comentario:
¡Qué bonito resumen fotográfico niño!. Como bien dice la canción : " Santander...bella tierruca".
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