Si, habéis leído bien. Hoy nos saldremos un poco de los canelones de toda la vida. El otro día, vi la receta en una revista, cojo mi pluma y a tomar apuntes. Me dije: tienen que estar buenísimos. Dicho y hecho hoy mismo han caído.
En contra de lo que podáis pensar, son menos fuertes que los tradicionales ya que el relleno no lleva sofrito alguno, la morcilla se pone cruda.
Vamos a por lo que más importa, la forma de cocinarlo.
INGREDIENTES: 12 placas de canelones ya cocidas, una morcilla de arroz, unos 500gr +- de bechamel , queso para gratinar y pimiento rojo.
ELABORACIÓN: Hacemos primero la bechamel, yo siempre le añado un poco de nuez moscada,( doy por hecho que todo el mundo la sabe hacer).
En el vaso de batir, añadimos unos 100gr de bechamel y unos 50gr+- de morcilla. Lo trituramos bien con la batidora hasta conseguir una salsa fina. Con ella cubriremos el fondo de la fuente donde vayamos a colocar los canelones.
Vamos rellenando los canelones con el resto de morcilla muy desmenuzada y por supuesto en crudo.
Los colocamos encima de la crema previamente hecha, cubrimos con el resto de la bechamel y bien de queso rallado. Gratinamos y servimos. Los podemos acompañar de morcilla frita y unos pimientos, por ejemplo.
Este, es el resultado final. Una cosa en este caso es verlo en foto y otra catarlo. Esta vez sí os recomendaría muy mucho hacerlo, al menos una vez. Hacedme caso. Triunfaréis y os pedirán que lo repitáis como le ha pasado a la menda. Resumiendo, un plato exquisito.
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