Dicen que a todo cerdo le llega su San Martín, y aunque el dicho seguro que tiene varios significados o interpretaciones, aquí le damos la directa, que no es otra sino que se acercan tiempos de matanza. Y como también dicen que del cerdo hasta los andares, pues me viene el dicho al pelo para presentar este sabrosísimo plato que no es otro que unas estupendas manos de cerdo.
Se las encargamos a nuestro carnicero de confianza, pues no siempre se ven en la carnicería, nos las servirá muy limpias y partidas a lo largo por la mitad.
Ponemos en la olla agua con laurel, cebolla y sal y cocemos tres cuartos de hora. En una cazuela doramos dos dientes de ajo picados en un buen chorro de aceite, añadimos un poco de pimentón, una guindillita y echamos un bote de los grandes de tomate pelado entero, el jinete, por decir una marca de toda la vida. Añadimos un poco de sal y azúcar a la salsa y rompemos un poco los tomates con la cuchara de madera. Añadimos las patas y un poco de caldo de la coción y dejamos un buen rato con el chop chop.
1 comentario:
Tiene muy buena pinta, pero por primera vez, me quedo con la estampa otoñal. Lo gelatinoso no es mi fuerte. Yo mojaría con pan, su poquita de salsa.
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