Estamos en una de las zonas de máxima pluviosidad de Cantabria, las cabeceras del río Pas, en las faldas del imponente Castro Valnera. Recuerdo también el verde de dos fincas situadas a la derecha de la carretera bajando el Pº del Escudo, pasando San Andrés de Luena, precioso tono el que se pone a principios de primavera con abriladas de lluvia y sol. Ambas fincas cerradas con la típica y rectilínea pared pasiega y las ovejitas.... sublime.
Comenzamos esta vez la ruta en el barrio de la Vega de Pas conocido por Pandillo, desde allí nos proponemos seguir el río buscando las cascadas de Ruyemas y ascendiendo la ladera norte del Castro Valnera hasta donde la prudencia nos aconseje darnos la vuelta.
En la primera parte nos internamos por una empedrada senda en un espeso hayedo, dejando el arroyo a nuestra derecha y al fondo del barranco. Pasado este bosque salimos a una zona de fincas y cabañas conocida como la pradería de Ruyemas.
Alguna cabaña semiderruida con su cuvío vacío de leche y queso (pequeña construcción semisubterránea que sirve para enfriar los alimentos, a falta de mejor nevera) y con su fresno como único testigo del paso del tiempo.

Seguimos el arroyo Ruyemas y la ladera empieza a ponerse vertical, la hierba está muy resbaladiza y la niebla no nos deja ver el Castro.




1 comentario:
Al final va a tener razón "Mascercano", Cantabria Infinita.
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