sábado, 19 de diciembre de 2015

SANTANDER.

Llamamos a Santander campo base por ser esta ciudad donde iniciamos los desplazamientos a los distinos lugares por los que discurren las rutas de Rueda la Bota.
 Sábado temprano por la mañana, preciosa luz y viento sur, iniciamos el recorrido por uno de los extremos de la ciudad y lugar estratégico y emblemático, el faro de Cabo Mayor.
Bordeando las playas del Sardinero.


Seguimos por la senda conocida como de Mataleñas, bordeando el campo de golf y con buenas vistas a la costa.
Aprovechamos el carril bici, que cada vez mayor número de personas se animan a utilizar.

 Nos adentramos en la Península de la Magdalena, recorriendo todo el recinto, privilegiado lugar de uso y disfrute de cualquier ciudadano.

 La ascensión al palacio sirve como pequeño entrenamiento para futuras ascensiones y asomarse a la barandilla y contemplar la isla de Mouro o la cercana costa de Pedreña y Somo te produce un instante de felicidad absoluta.
 Encaramos la parte sur de la ciudad por la pasarela de madera de las playas, llegando a la Duna, tranquilo lugar de observacion de la bahía y a lo lejos, de las principales cumbres montañosas de la región.
 Seguimos recorriendo la bahía sin salirnos del carril bici.
 Y llegamos a otro emblemático lugar, la Grúa de Piedra.
 El mismo carril bici nos lleva hasta el Barrio Pesquero y la lonja de subastas del pescado.
 Y como ya vamos por la mitad del recorrido aprovechamos la cantina que tenemos a la vista para reponer líquido. En 1971, nos comenta su dueño que la abrió, y que conoció mejores tiempos cuando la lonja estaba justo enfrente y había más movimiento que en la actualidad. 
A la vuelta aprovechamos para hacer unas pequeñas compras, hoy toca un pan de maiz y una frasca de vermout de solera.

1 comentario:

MAITE dijo...

¡Qué bonito resumen fotográfico niño!. Como bien dice la canción : " Santander...bella tierruca".