Épica ruta que pone a prueba no sólo nuestras condiciones físicas, también nos puede sobrevenir el síndrome de Stendhal y, a ver qué antídoto tomamos para contrarrestarlo.
Saliendo de Potes llegaremos a La Hermida y ascendemos hasta Sotres. Por los Puertos de Aliva volvemos a Liébana.
Pero antes de Sotres está Bejes, y no es lo mismo contarlo que subirlo.
La hierba ha pasado la noche en pequeñas hacinas o
burros para protegerse del rocío sanjuanero.
El buitre, al igual que nosotros, elige las alturas para otear la iglesia y los dos barrios de Bejes.
Entre barrio y barrio se establecerá un final de etapa de la Vuelta España.
La niebla nos atrapa en el Monte la Llama.
Pero al llegar a las minas de Ándara vemos de nuevo el sol.
Nos está costando llegar al Jito Escarandi. Vamos en modo ahorro por si las moscas.
Si vas predispuesto a la charla la encuentras. Nosotros somos de darle. En Bejes salió el tema de los maquis y en Sotres
el mundo de ayer de Stefan Zweig.
Dos cervezas y un poco de queso de cabra y cabrales nos curan del síndrome anterior.
Esto ya son palabras mayores. Belleza por doquier.
Veniamos buscando esta estampa.
Cientos de animales aprovechan los pastos de altura desde el primero de junio.
Vamos ya con las fuerzas justas.
Estamos llegando a la ermita de la Virgen de la Salud. El otro día en Santo Toribio pedimos perdón, hoy salud, mucha salud.
Si el ánimo y las fuerzas nos respetan el año que viene repetimos. En caso contrario, aquí queda el testimonio para recordarlo.
1 comentario:
Una maravilla!!!!
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