lunes, 6 de febrero de 2023

DE ORBANEJA A VILLAESCUSA POR EL PÁRAMO.

La inversión térmica  hace que pasemos de los seis grados bajo cero, al lado de la cascada de Orbaneja, a cuatro o cinco sobre cero en el soleado Páramo.
La cascada ahuma por contraste de temperatura, saldrá de su cueva fresquita pero se choca con la helada mañanera formando esa nube. No sé si tiene algo que ver con la sublimación, paso de sólido directamente a vapor.
Bonito día para pasear por Orbaneja, temprano que luego se satura.
Por eso paramos lo justo en el pueblo, vamos a caminar un poco que es como mejor se quita el frio.
Por el camino principal llegamos a las antiguas  tierras de labor donde se sembraba el cereal, los yeros, las lentejas...
Y tropezarnos con las antiguas construcciones llamados chozos, para guardar aperos y protegerse de las temperaturas extremas del verano.
Donde poder comer a la sombra.
La mayoría son de planta circular y media bóveda de techumbre.
Algunos son cuadrados y generalmente puerta  orientada al fresco.
Otros aparecen adosados pero sin compartir medianil.
Imagen de la cubierta formada por hiladas de lajas donde las superiores avanzan sobre las inferiores, sin previo armazón o cimbra de madera.
Ahora pasamos al asunto de besarse debajo del muérdago, dicen que para perpetuar el amor...
Una pequeña parada antes de llegar a Villaescusa.
Hacemos un intento de aproximación a la cascada del Tobazo, pero optamos por observala desde la distancia.
Nos esperaban unos judiones y el arroz con leche.
Como dice el refranero, en febrero un rato al sol...
...y otro al humero.
Último paseo del día...para bajar los judiones.


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