La segunda huella visible, ha nevado de viento solano.
Otra marca, es la sensación de frío intenso cuando paras o cuando cruzas una descarnada loma sin parapeto.
Pero la sarna con gusto no pica, disfrutamos de la jornada.
El de la mirada baja y cerda larga escapa monte arriba. Nosotros seguimos su huída con la mirada.
Continuamos hasta llegar al límite entre San Miguel de Aguayo y Campoo de Yuso. Ahí encontramos el llamado Hito de Prao Monte con su cruz de términos y sus testigos.
APRONVS.
V(otum) P(osuit)C(enturia) V.
Se trataría de un legionario romano (Apronvs), que anduviera por Iuliobriga.
Mi padre diría que "el aire ha esgandiado una permaja que tiene más de un carro leña".
Entre estas y otras tribulaciones damos vista a la recién restaurada cabaña de Somavía. Restauración guiada por la original, sin más lujos, pequeña, con su catre y su lar exento de chimenea.
Dejamos atrás la cabaña y el bosque, para dirigirnos a La Manil, cabaña confortable donde al calor de la lumbre pasamos un buen rato.
Allí damos cuenta del tocino, la morcilla y el queso. Un traguete para pasarlo y regresamos, que se pone la tarde nevadora.
Hemos quitado el hipo de la nieve. Y también hemos aprendido cosas, que no está el tiempo para perderlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario