miércoles, 17 de noviembre de 2021

SILENCIO, SE RUEDA.

Dos motivos principales nos empujan a abandonar el sofá y decidirnos a salir del agujero.
El primero es que tenemos ganas de pasar un poco de frío, de sentir el viento en el rostro.
Para ello nada como elegir el Valle de  Valderredible donde el pronóstico son 8 grados de máxima, y viento moderado del norte.
El segundo, será este homenaje final de ruta en forma de una buena ración de callos cocinados en casa y acompañados de unos huevos escalfados.
Así que de buena mañana ponemos rumbo a tierras de la Valdivia. Dejamos el Castro Bernorio a nuestra derecha.
Y pedaleamos por tranquilísimas carreteras.
Y por antiguas calzadas, como esta de Puentetoma.
Pequeños pero interesantes pueblos.
Siempre fijandonos en los mínimos detallles.
Y disfrutando de los últimos días de otoño.
Seguimos en silencio.  Nada por aquí, nada por allá. 
Solo paisaje deslumbrante.
Al fondo La Mesa en la meseta de Las Tuerces.
Fuerte olor a taninos por este paisaje de rebollos.
Cómo estaban los callos!!!! Muchas gracias Rosa.
El cuerpo pide siesta al calor de la chapa, pero optamos por un suave paseo por el pueblo. 
Seguimos en silencio. Ni un alma!!




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