miércoles, 14 de abril de 2021

DEL VALLE AL CIELO.

El mero hecho de quedar cuatro o seis amigos para pasar la mañana al aire conociendo estos humildes lugares no tiene precio. Pero sí mucho valor. Y sabido es que solo el necio lo confunde.

En esta ocasion llevamos fotógrafo de los que se toman su tiempo. Cierto que el campo de colza ayuda.
El excepcional mirador del campanario de la iglesia de Sobrepeña nos regala la imagen del río Ebro, sus choperas y labrantíos colindantes.
Dos de nuestros primos no pudieron venir a dar pedales. Vaya cara se les quedó!!!
Y no es de extrañar, estos momentos son irrepetibles.
Abejas y vecinos en armonía. En muchas viviendas existían los hornillos o dujos. La miel era la medicina de los pobres.
Se acabó el pedaleo de ribera.
Subimos a La Lora por Villamoñico.
La Lora de Pata del Cid. "Océano aspero y gris" lo califica Elías Rubio.

Díaz de Vivar monta a Babieca. Su Tizona es la cámara de fotos.
No queremos saber nada de guerras. 
La última destruyó Lorilla y aunque fue reconstruido debió de dejar  huella.
Pero La Lora es un mirador hermoso hacia Valderredible, incluso hacia las estrellas si te acercas al observatorio. Geoparque reconocido por la UNESCO.
Vamos huyendo de la tormenta, pero al fin nos alcanza con el zurrón todavia lleno.
Plan B. Alubias vallucas en la Olma de Polientes. Vino de la tierra. Menú km 0.







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