No hay suficiente superficie en los Valles, las gentes a lo largo de la historia han tenido que domesticar las pindias laderas y convertirlas en fértiles prados.
Y de aquí saldrán buenas novillas que se exportarán al resto del país para la cría y explotación lechera.Vamos camino de los Pozos de Noja. La pamorámica es inmensa, no hay cumbre que desde aquí no se otee. La nieve en los picos le da a las montañas un plus visual.
Llegamos por fin al enclave conocido como Pozos de Noja. Se utilizó su agua para la producción eléctrica.
Esto es un trago y lo demás imitaciones. Dormido se queda el botero de puro gusto. Nos ha costado llegar aquí.
Qué, muchas vacas que arreglar en la cabaña? Le preguntamos al meracho. Quiá, alguna hay, ya no quedan...
Pues eso, que ni sí ni que no, sino todo lo contrario.
Y pasamos de la austeridad a la casi ostentación. Esles, Llerana, Saro y en general el Valle de Cayón, cuenta con numerosas casonas y palacetes.
Despedimos la jornada con la sensación de visitar lugares únicos por los que el tiempo no ha pasado.
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