Algo hemos sufrido pero también hemos disfrutado mucho en estas jornadas de pedal por tierras de Navarra, Aragón, Castilla y La Rioja. Además de haber sido capaces de sobrevivir a la ola de calor que nos atrapó.
En Tudela tomamos la salida después del viaje desde el Cantábrico, ya es media mañana y el calor aprieta.
El pedaleo es suave por la Vía Verde Tarazonica. Paisaje poco agraciado y antiguos edificios de la vía arruinados.
Llegamos a Tarazona con más ganas de refrescarnos en la fuente y de tomar una cerveza que de visitar su casco histórico, que sin duda merece la pena.
Y pasamos las de Caín antes de hacer meta en Ágreda y encontrar un hermoso parque donde calentar los callos que llevamos todo el camino en las alforjas.
La visita histórica la posponemos a la siesta. Son 41º no es broma.
Camino Soria.
Tempranito por la mañana es cuando pedalear se convierte en un placer.
El principal puerto del día lo hacemos íntegro por un sendero dentro de un encinar.
Esto es como la procesión de Arnedo: "los primeros van delante, los últimos van detrás, y en el medio los restantes".
Pero la solidaridad impera y en lo alto nos esperamos a disfrutar juntos de las vistas al pueblo de Pozalmuro.
Un poco más adelante pararemos a observar la Torre de Masegoso.
No demasiado lejos la de La Pica, torres de origen bereber, construidas sobre el siglo X.
Y por aquí un miliario, pues seguimos caminos que primero fueron calzadas romanas.
Y así poco a poco alcanzamos Soria con un sol de justicia pues ya pasa del mediodía.
Copiosa comida, siesta larga y a disfrutar de las fiestas sanjuaneras.
Otro madrugón para que no nos pille el astro rey por las cañadas o subiendo el puerto.
Lo hacemos con paradas, hay que esperar a los rezagados. La abundante cena parece que pasa factura.
Por fin hacemos cumbre como dicen los alpinistas. Se ha hecho largo el Puerto de Oncala.
Estos ya no doblan ni al dominó.
El esfuerzo hace espabilar las neuronas y sobre la marcha cambiamos de ruta al ver el cartel de San Pedro Manrique 13 km, y cuesta abajo, dice alguien. Otros traían información de la calidad del torrezno que en el pueblo se elabora.
Así que cayó la ración de torreznos para almorzar y dos calimochos cada uno, el segundo por imperativo de Sito, maestro de los avituallamientos, y viendo a rafa un tanto deshidratado por no decir desfallecido.
Con el estómago lleno, ya son otras las sensaciones, sin prisa vamos observando el entorno. Novillo serrano de Soria.
Y echamos buena parlada con el ganadero, desde el tratado de libre comercio hasta la P.A.C y la comparación del toro de Roberto con los suyos. Un poco de todo, pero no le convencemos de que nos acompañe en bici, está deseando acabar la labor y ponerse a la sombra con una cerveza cerca.
Vertiginosa la bajada a Yanguas.
Vale más comprarlos un traje. Ensalada campera y hamburguesas con pimientos del piquillo.
"Mediaba el mes de Julio. Era un hermoso día. Yo, solo, por las quiebras del pedregal subía, buscando los recodos de sombra, lentamente. A trechos me paraba para enjugar mi frente y dar algún respiro al pecho jadeante...."
El maestro Machado fue buen conocedor de estas tierras.
Nos vamos aproximando a La Rioja.
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| Los vecinos de Enciso no dejan de mirar a la presa. Esperemos que no se rompa, tienen que ser expertos velocistas en caso de accidente. |
Después del baño relajante en las aguas termales de Arnedillo y del sueño reparador, salimos como liebres al día siguiente por la bonita Vía Verde del Cidacos.
Hacemos alguna foto por el camino.
No todo es avanzar, un pequeño reportaje nos refrescará la memoria en años sucesivos cuando digamos: ¡¡mira Sito, en el 2019 todavía no llevabas bici eléctrica!!!.
Rincón del Soto, en La Rioja Baja, el pueblo de las peras.
Un año más hemos pasado cuatro agradables días conociendo rincones de nuestra piel de toro a golpe de pedal, como más nos gusta, sintiendo la cercanía de las gentes y de los paisajes.
Empezamos en Tudela y a Tudela regresamos.
Fin de fiesta como no puede ser de otra manera en La Rioja, chuletillas y clarete.
¡Hasta el año que viene! salud y que nos respeten las lesiones.
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