sábado, 18 de febrero de 2012

ALTO CAMPOO.

El Macizo de Alto Campoo lo forman las Sierras del Cordel, la del Híjar, Peña Labra y la Sierra Cebollera. Algunas de sus máximas alturas son El Cuchillón con 2.222 m. El Pico Tres Mares con 2.175 o El Pico Cordel con 2040m. por citar algunos.
Como el día aún presenta sus dudas en cuanto a visibilidad, no tengo prisa en acceder a Brañavieja, voy dando tiempo a las nieblas visitando ,por ejemplo, la Torre de Proaño, edificio militar famoso por haber sido residencia del "Sordo de Proaño".
 A medida que gano altura aparece  el cielo azul, tan caro de ver en este frío mes de febrero, y majestuoso asoma El Pico Tres Mares sobre el mar de nubes. Como se puede observar en la foto, la nevada ha sido "curiosa" que se dice en estos casos. Estas fiestas de Carnestolendas  junto con la nevada ayudarán a paliar la floja campaña de esquí. 
 En el poblado de Brañavieja , que vemos en el fondo, aparco y me calzo botas, polainas y raquetas. Tomo rumbo noreste para protegerme del viento, y con el sol a la espalda y el esfuerzo de la subida, no me vuelvo a ocupar del frío hasta que  haga cumbre.
 
"Puede ocurrir que el día nos depare otra sorpresa, que un mar de nubes lo oculte todo a nuestra vista, envolviendo en densos algodones tierras y pueblos que no vemos, que quedan sólo al alcance de la fantasía humana y allí, muy lejanas, brillen alumbradas por el sol las crestas más altas del macizo oriental de los Picos de Europa."
Aurelio G. Cantalapiedra.
     

Mis trastos y el porteador hacemos cumbre en El Cuencagén a 2.053m. gozando de unas impresionantes vistas hacia los Puertos de Sejos y hacia Los Picos. El pequeño esfuerzo ha merecido de nuevo la pena, bien abrigado aguanto un ratito en la cumbre, tomo el café y me doy media vuelta, ahora observando el paisaje con más tranquilidad y más bajo de pulsaciones que a la subida.
 Todavía hago una última foto al circo del Tres Mares y al Cuchillón y continúo descendiendo la pala de nieve que aquí tan arriba, está hecha una costra de polvo  con hielo. 
 Esto ha sido todo, curioso y paradójico que tengo que venir desde la costa a quitar ese frío húmedo que se te mete hasta el tuétano, a nada menos que dos mil metros de altitud y con buena nevá bajo los pies.




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