¿Por qué después del tiempo transcurrido desde que hicimos esta ruta sigo teniendo tan buenos recuerdos? País, paisaje y paisanaje; estas son las razones. País: románico, paisaje: desde las praderías más norteñas hasta el Ebro y el Rudrón, peña Amaya y la meseta; paisanaje: la agradable compañía de buenos amigos. A todo esto sumamos el medio de transporte utilizado, la bicicleta, ese vehículo ni rápido ni lento, ni ruidoso ni contaminante que te permite mirar, oler, saludar y sentir el camino por el que discurres y cuyo esfuerzo se ve gratamente compensado con la abundante cena y el reparador descanso en alguna de las casas rurales de la zona.
Desde Higón hasta Allén del Hoyo calentando piernas y llenando las poncheras a los pies de la doble espadaña. Bajamos a Quintanilla de Rucandio, parada obligatoria en su iglesia y seguimos por La Lastra de Linares hasta Presillas donde nos desviamos para visitar la catedral rupestre.
Buscamos el Ebro en San Martín de Elines,charla-
mos con el cura frente a La Colegiata y enfilamos hacia Orbaneja.
En Valdelateja damos un descanso a nuestras bicis y de paso comemos en el mesón y sesteamos bajo la chopera que riega el Rudrón. Seguimos hasta Covanera entre rocas, buitreras, vistas a la ermita de Siero y por fin Sedano, una cerveza.
Precioso pedaleo paralelos al río Moradillo hasta el pueblo homónimo, un último esfuerzo y estamos en la iglesia , parece que el pantocrator que preside el tímpano se alegra de vernos .
Regresamos a Sedano de cara al sol del atardecer, chopos a la orilla del río y a descansar a la rural "los tilos de Covanera " .
Se suma Luis a la comitiva y de buena mañana buscamos el trazado del Rudrón, Tubilla del Agua,Tablada, Moradillo del Castillo, San Andrés de Montearados, Ceniceros (pueblo del silencio)
y bajada a Hoyos del Tozo. Zona de contrastes, del río al páramo, jubilados trabajando sus huertos.
Precioso pedaleo por la Ojeda entre tierras de labor, joyas románicas y alguna construción de adobe. No hay palabras par describir la iglesia de
Moarves, el que si las tiene, y muchas es el
guía de Santa Eufemia.
Hacemos un descanso en la fortaleza-iglesia de Vallespinoso de Aguilar y continuamos por Barrio
de San Pedro y Barrio de Santa María hasta llegar a Salinas de Pisuerga; aperitivo,comida y siesta en el molino.
Cogemos el tren de La Robla y vamos cerrando el círculo entre montes de roble, monasterios y por fin el pantano. En Arija otra vez a las burras, todavía pasamos rozando la románica de San Vicente de Villamezán y en un pis-pas en Higón.
Un poco de chorizo, queso, un porrón de vino y a contar el viaje a Braulio que ya nos esperaba.
2 comentarios:
Madre mía, y decís que yo doy vueltas. Menudo viaje. Veo que están haciendo los pinitos con el tema de situar las fotos. Es un poco pesado, lo sé.
Una ruta altamente recomendable, nosotros elegimos ese trazado pero hay muchas variantes.Poco a poco con las fotos,pero igual mejor todas en vertical de una en una, bueno seguimos probando.
Publicar un comentario