sábado, 5 de diciembre de 2015

JUNTA DE VOTO-MATIENZO. DE LA RADA AL POLJÉ Y DEL POLJÉ AL PUERTO.

Una rada es una zona fuera de puerto en la que un barco puede echar anclas. Se trata de un área cerrada con una apertura al mar, más estrecha que una bahía o un golfo. Por su extensión no puede confundirse con un estuario. Se puede crear artificialmente mediante espigones o diques. Las radas naturales ofrecen abrigo frente a las tormentas y se usan frecuentemente como bases navales.
Un poljé es una depresión de origen kárstico de fondo plano y de tamaño considerable.
Es característico que circule por ella algún río que, en sentido estricto, no es más que una corriente kárstica, temporalmente superficial, ya que como el poljé es un valle sin salida, estos ríos terminan siempre por volverse a introducir en el interior del macizo en forma de sumideros.
En términos orográficos, un puerto de montaña, es una ruta o paso para cruzar un sistema montañoso; la cima del puerto es el lugar de mayor altitud sobre el que pasa dicho camino y a la vez suele ser el punto más bajo de dicho sistema montañoso.
 Una vez entendidos los términos, pasemos a lo que realmente importa de estas rutas, que no es otra cosa que el descubrir paisajes y paisanajes de nuestra querida tierra, sin olvidar la satisfacción del propio pedaleo sintiendo el aire en el rostro.
 Salimos del pueblo de Carasa y enseguida vamos ganando altura dando vistas a la Ría de Treto, al Monte Buciero y a los pueblos de Colindres y Santoña.
 En un momento pasamos de la costa a la montaña y sus distintos modos de vida.
 Pequeñas explotaciones ganaderas aprovechan estos prados entre montañas. 
 Una vez más tenemos la suerte de encontrarnos con una cantina o tienda-bar de toda la vida, 1934 es su año de apertura nos dice el actual cantinero, después de despacharnos un buen café traido de la cocina. En el pueblo de Valle, hacemos esta parada.
 Seguimos encontrando pequeñas ganaderías, el caballo y el perro atienden sin error las órdenes del amo, conduciendo la manada.
 Llegamos a Matienzo y nos recibe el burro preparado para su enésimo viaje.
 Nos ha sido imposible ver en toda su amplitud el Poljé, pero también merece la pena esta visión de la cubeta colmada de niebla.
 Hemos tenido suerte y la niebla estaba en el fondo, el Puerto de  Fuente las Varas nos permite ver el paisaje en toda su amplitud.
Retornaremos por este estrecho valle llamado Llueva después de deslizarnos por sus numerosas curvas. En un momento llegaremos otra vez a la costa después de pasar por varios pueblos, entre ellos Rada que recibe el nombre de su situación al fondo de la ría.
Tomamos la cerveza en lo que antes era la cantina de Villarías en Carasa y ahora es un moderno bar. Una decepción para nuestra nostalgia y supongo que un adelanto para los usuarios locales.  
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=11586025

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