sábado, 1 de abril de 2023

DE TIERRAS Y MONASTERIOS. VALLE DE LA OJEDA.

"Rezaré por vosotros". Así se despide la nonagenaria monja que nos hace de guía en la visita al monasterio de San Andrés de Arroyo.
El intenso frio que corre por el claustro no permite distinguir colores.
Gracias a la pericia del fotógrafo conseguimos ver la luz.
Una de las joyas del monasterio es su capitel con motivos vegetales calados, tallado a trépano.
-Lleva Ud. muchos años en el monasterio, madre? pregunta el ciclista.
-Setenta y dos voy hacer.
..." puso mucha atención para no perderse el desvío al monasterio, pero al llegar al valle de la Ojeda se distrajo contemplando el cromatismo de las tierras con las heridas del arado sangrando todavía y el color de la pana de aquellos campos con vocación de trigales abiertos sus surcos al sol y a la lluvia, que corrían paralelos al lado mayor del cuadrilátero que circunscribía unas tierras llenas de promesas de un futuro maná. Una de ellas era amarillenta porque estaría en barbecho y todavía no había sentido el empuje del bisturi; otra era roja cobriza; su hermana, bermellón, y en la tierra de al lado, como si fuera de oro viejo, brillaba el ocre.
Todas ellas hijas naturales de una pertinaz arcilla y de una arenisca amarillenta que permanecían abrazadas desde tiempo inmemorial en ese juego de encuentros y desencuentros de los montes y los ríos". 
EL CANTAR DE LIÉBANA. Peridis.
El tiempo se detuvo.
Ahora lo llaman despoblación. El fotógrafo ve un muro de adobe en declive y un solotario columpio.
Y elije el mejor fondo posible para el autoretrato.
Friso y árbol. Sabido es que el románico está lleno de simbolismo.
Continuamos viaje.
A ratos por la dehesa.
Otros por La Vega.
Pero manteniendo el rumbo.
Vaciamos la mochila y la bota haciendo caso omiso al consejo de San Benito de que el vino hace claudicar hasta a los más sensatos.
De postre unos tortos adquiridos en el Monasterio fruto del ora et labora de las monjas.
-Muchas gracias por la visita, y por sus oraciones por estos pecadores.
-Cuidese del frio.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Estupendo reportaje, como siempre.Gracias por seguir publicando.

Anónimo dijo...

Me encanta!