MONTE HIJEDO. EL COVAJO.

El día de Navidad se presta a dar un reparador paseo por los alrededores del pueblo. 

El paseo se convierte en caminata y nos acercará hasta el Monte Hijedo.

Primero cruzaremos la Mata de Higón.

El día está revuelto por culpa del alocado viento sur.

No se ven los buitres en la buitrera, habrán buscado refugio en algún lugar protegido del viento.

Espectaculares tejos aparecen adentrándose fuera de los caminos.

Al lado de los tejos se encuentra el corral y la cueva del Covajo.

Aun se conservan restos de la pared que cerraba el corral. Corral que serviría recoger los jatos o  los cerdos por las noches.

Hace muchos años los mayores nos contaron que subían los cerdos al monte para el aprovechamiento de las bellotas. Por eso el corral parece más indicado para estos animales que para bovinos, aunque el lugar está cerca de otro denominado Prao las Callejas.

Vacas afortunadamente seguimos viendo.

Nos despedimos del paseo con la visita de rigor a nuestro querido Roble del Sestiadero.

WIKILOC.