Pueblos, tierras, ermitas e iglesias. Mil años de historia.
Una gran idea unir en bicicleta esta maravilla de ruta por el románico del norte de Palencia.
La Montaña Palentina con sus cumbre nevadas se reflejan en el embalse de Aguilar, donde hemos comenzado la ruta.
Bien señalizada, sin pretensiones ni excesos.
El fotógrafo se toma su tiempo, pero capta la esencia. Yuxtaposición de necrópolis y portada, con casa de amplia galería.
Iglesias vigías, con campanarios defensivos.
Motivos vegetales adornan las arquivoltas.
Predominan los ocres sobre los futuros verdes de cereal.
También el blanco y negro se cuela hoy en la excursión.
Los demonios del románico se tragan los fustes.
Mientras Rómulo y Remo apuran la teta.
Muchos altos en el camino.
Todos sobradamente justificados.
-Cuántos te parece que me han caído? -Noventa!!!
Y limpiando la calle con el cepillo de púas.
El colmado ha cerrado. Ultramarinos Olea echó la persiana.
Seguro que en tiempos del transformador y el seat 127 sus graneles de legumbres abastecían
al pueblo.La ruta no da respiro. Iglesia de Villanueva de la Torre. En Salinas de Pisuerga llevamos la mitad del recorrido. La otra mitad la dejamos para otro día. El barro del camino hacia Barrio de Santa María nos obliga a desistir. Volveremos.
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