De los tres macizos que los componen, elegimos esta vez circunvalar el Oriental o Macizo de Andara, para ello salimos desde Potes, llegamos a Bejes por el Collado Pelea, ascendemos de nuevo a Sotres y contrarios al curso del Río Duje alcanzamos Áliva. Sólo resta bajar a Espinama y ya por carretera alcanzar otra vez Potes.
Así contado parece sencillo, nada más lejos de la realidad. Además de superar importantes desniveles, en Picos y un día como éste, hemos de afrontar una climatología muy especial, las cuatro estaciones a lo largo de las nueve horas y pico que tardamos.
Los primeros kilómetros los hacemos por carretera hasta Cabañes, pasando por el bonito castañar de Pendes. En Cabañes un plátano y pie a tierra, las primeras rampas del camino a Pelea sólo son asumibles para nuestro colega Ricardo (una pena que no pudo venir). Cuando acaba el camino de hormigón montamos en nuestras bicis y conseguimos llegar al collado donde el fuerte viento acompañado de lluvia no nos permite hacer parada.
Si la subida es exigente por el esfuerzo, la bajada lo es por la pericia. Así que hay que tomárselo con mucho sentido del humor y no soltar los frenos pero tampoco pasarse con la frenada, en fin, un lío.
Las vistas sobre Bejes y sus invernales son impresionantes, desde este pueblo seguimos el camino minero salvando un importante desnivel hasta el Vao los Lobos, ya unos paisanos nos advierten en Bejes que íbamos a "sudar la bragueta" y no andaban equivocados.
Para finalizar la excursión, nada como un fuerte apretón a nuestra querida BOTA. Sólo resta bajar a Potes por carretera disfrutando también de los pueblos lebaniegos.
Han sido setenta kilómetros de bicicleta por una de las rutas más duras que hemos hecho, pero ha merecido la pena.
Ahora cuidado con la carretera y el coche que es lo más peligroso de salir a la montaña, por eso Sito que ama mucho la vida le advierte al chófer: "cuidado pollo que este desfiladero esta más ajustado que los tornillos de un submarino".
3 comentarios:
Viendo las fotos y tirando de memoria me sorprendo una vez más de la grandiosidad de Liébana. Tan pronto estás en una zona de vegetación mediterránea de frutales y huertas, como al rato te presentas en mitad de una macizo alpino tipo Dolomitas o en unas praderas que bien pudieran ser Escocia. Otra sensación más: hay que repetirla con sol.
Bueno chicarrones, ya sólo os queda coronar alguna cima que otra y demostrarlo clavando " for ever" el logo de " Rueda la Bota". Ya estais tardando en ir preparando la bandera.
P.D. Avisad para llamr al programa, " Al Filo de lo Imposible".
impresionante relato al igual que sus protagonistas. menos mal que para los 8 miles no se puede ir en bici sino alli que os plantais.... SANTOS MAQUINAS!!!!!!!
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