miércoles, 21 de mayo de 2025

PARAISO DEL CICLOTURISMO.

La comarca que nos vió nacer se merece el mejor halago, puede ser pasión, pero no desmerece de otros lugares vistos.
El pantano fué un elemento añadido que el que suscribe conoció desde siempre. 

Tumbas antropomorfas cerca de Quintanilla de Santa Gadea.
Con perfecta orientación este/oeste. Ellos sabían mejor que nosotros que "el sol resucita a los muertos".
Estas carreteras parecen hechas a la medida de nuestras bicis. Poco tráfico y bordeadas de praderas, pinares, bosques de roble y haya, pequeños pueblos y grandes recuerdos.
Estamos coronando el puerto de   la muñeca y llegando a Montejo.
Una de las pocas boleras de pasabolo que quedan en uso. Rucandio.
El tejo de Riopanero sigue de testigo por los siglos de los siglos.
Entramos en el Monte Hijedo hasta la Corva. El roble albar ya se ha vestido, al rebollo aun le faltan días.
Nos descalzamos para cruzar el arroyo de la Brena, afluente del arroyo de Hijedo, afluente del Río Panero.
Ultimamente no tenemos suerte con las cantinas, las encontramos cerradas.
Menos mal que siempre llevamos de primeros auxilios la bota.
Jornada placentera que finalizamos comiendo en la escalinata de la iglesia de Ruanales.
Ruta en WIKILOC:
https://es.wikiloc.com/rutas-bicicleta-electrica/higon-arija-ruanales-214587421

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