"Sólo fui a dar un paseo, y al final decidí quedarme fuera hasta el anochecer, porque descubrí que, en realidad, estaba entrando".
John Muir.
John Muir, naturalista escocés, entraba en la naturaleza, su verdadero hogar.
Nosotros, además de en la naturaleza nos adentramos en el Valle de Valdivielso, naturaleza y arte.
Románico Pleno, S. XII, San Pedro de Tejada.
Carlos Armiño, escultor del Valle, ha diseminado algunas de sus obras en un bonito recorrido próximo al Ebro.
No está a falta de adornos naturales el Río, pero tampoco desentonan las esculturas.
Aunque hoy los verdaderos protagonistas son los viejos cerezos en flor.
De nuevo la disyuntiva entre naturaleza y arte, escultura vs los viejos chopos.
Los pueblos destilan sabor a antiguo, olor a leña y colorido tostado de la piedra de sus casas.
Color que el artista quiere imitar en su obra. Llevamos la suerte, encontramos el trébol de cuatro.
Nos dan las dos en el reloj de la torre de Panizares.
Y para torre la del palacio de los Huidobro en Quecedo.
O estas dos en otro palacio en Hoz.
Más cerezos y más torres, en Población.
El arte está en el marco....
El portal de la iglesia de Arroyo acoje también la biblioteca.
Cerezos y viñas se conjugan en este Valle protegido por dos Sierras.
La escultura compite con los chopos flamígeros.
Despedimos la ruta contemplando el atardecer sobre San Pedro de Tejada. La toba se enciende.
Vamos que llega la tormenta.
RUTA EN WIKILOC:
https://es.wikiloc.com/rutas-bicicleta-electrica/valdivielso-cerezos-y-esculturas-208928918