La sensación al finalizar la ruta es que tenemos que repetirla. Cuesta transmitir lo que hemos visto, quizás todo es subjetivo.
Pedaleamos por la comarca del Valle de Sedano, el Páramo de Masa y el entorno del Río Rudrón.
Salimos de Covanera cruzando el río en dirección a Sedano. Día ventoso pero sin más riesgos, esa nube
cárdena no supone amenaza.
Un recuerdo para nuestro maestro Delibes al atravesar el caserío de Sedano.
Imposible no recordar a Nilo, el Viejo, cada vez que miramos un nogal, y vimos muchos.
"En cambio, el señor Pedro, mira el cielo, difidente, con esa suerte de atónita resignación con que el labrador de la Meseta observa los fenómenos ajenos a su voluntad".
Castilla habla.-La sequía-
M. Delibes.
La apicultura como complemento a la economía de autosuficiencia estuvo muy presente en la comarca. Hasta 15 kilos de miel puede producir un hornillo, más lo que se deja para que sobreviva el enjambre.
Llegamos a Santa Coloma por el desfiladero de San Antón.
De nuevo en el Páramo nos tropezamos con este original casito pastoril.
Los pastores de La Rad se encargaron de su construcción.
Quedan unos pocos restos, y mucha maleza, del popular molino Rasgabragas.
Por este vado empedrado cruzamos el Rudrón.
Seguimos un rato el río para seguidamente ascender al pintoresco pueblo de Moradillo del Castillo. Nadie con quién
pegar la hebra, tónica general de ésta y de otras muchas rutas.
Románico en Tablada.
Por un estrecho sendero llegaremos de nuevo a Covanera.
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