viernes, 26 de febrero de 2021

HOY COMEMOS DE LO COLGAO.

Hacía tanto tiempo que no oía la expresión, que cuando reservamos mesa en la terraza de la cantina de Abionzo y nos dijo su dueña que nos ofrecería para comer de lo "colgao" no veíamos el momento de llegar.
Pero para hacer ganas de comer tan suculento producto primero recorremos unos km en bici. 
Tomamos la salida junto al solar de Lope de Vega.
Para continuar por la Vega de Carriedo hasta Bárcena.
El botero quiere tocar la corteza de la enorme cagiga por si las fuerzas telúricas que de ella emanan le pudieran ayudar en la travesía.
Tres eran tres, las hijas de Elena.
Hasta la granja La Jarradilla nos acercamos para hacer acopio de productos de elaboración propia.
Elegimos mantequilla  fermentada, una mermelada de pimiento verde y una torta de queso divirín por aquello que dicen de que el queso es la inmortalidad de la leche.
Y de leche saben mucho por estas tierras.
Hoy toca jornada de abonado de praos. El olor a "cuchu" nos acompañará todo el recorrido.
Los pasiegos ponen todo su saber en el cuidado de estas fincas que significan el bienestar de sus vacas.
Seguimos ascendiendo entre prados y cabañas acompañados por una suave llovizna.
Y llegados a este punto solo nos queda pedir  lo acordado: huevos, patatas, chorizo, morcilla, torreznos y pimientos.
Arroz con leche de postre, por si hubiera alguna duda de dónde estamos.
Bar-tienda "La Inesperada" en Abionzo. Un placer.


2 comentarios:

Severina dijo...

Preciosa ruta y preciosa expresión, no la conocía pero me la apunto. Y qué buena pinta ese arroz con leche. Envidia, me temo.

alfonso dijo...

La expresión viene a equivaler a lo que ahora es la comida rápida. "Vamos a mi casa y comemos, que algo habrá, y sino de lo colgao"