Quizás el medio idóneo para visitar el Monte Hijedo sea andando, pero en esta ocasión me animo a llevar la bici, lo cual impide adentrarse en lugares fuera de camino, pero el recorrido es largo y andando lleva su tiempo.
Pero antes de llegar a la entrada del Monte hay mucho que admirar, la rocas areniscas han creado bellas formas, y cuevas que desde siempre aprovecharon los vecinos para poner los colmenares.
Desde el pueblo de Montejo hasta el monte no faltan formaciones que llaman la atención.
Las más inaccesibles las aprovechan los buitres para instalar sus nidos y montar su lugar de vigilancia.
Al refugio de las peñas pasaban la noche los ganados cuando el oficio de pastor aun no había desaparecido de la comarca.
Y ya dentro del monte intento buscar antiguos caminos carreteros.
Caminos que formaban un auténtico laberinto para quien no frecuentara mucho el Monte.
El roble albar es el rey del lugar, sin olvidar el resto de especies, entre las que destaca el tejo y el acebo.
Una vista desde el exterior.
Y en la periferia también se dan bien las manzanillas.
Al fondo las Sierras del Cordel y Tres Mares.
https://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=19163389
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