Hoy toca ruta por la costa, y de los 165 km de ella que por suerte tenemos en nuestra Comunidad de Cantabria, elegimos una bonita zona en el oriente.
El comienzo no puede ser más espectacular, en el maravilloso arenal que forma la playa de Berria, y a la hora precisa de bajamar. No es de extrañar que los de Santoña se muestren tan orgullosos de su playa.
Son prácticamente dos km de punta a punta o de monte a monte, que hasta eso tiene esta playa, dos montes de encinas, madroños y laureles que la embellecen en sus extremos.
Y muy cerca de las playas las marismas, importantes ecosistemas donde habitan gran cantidad de aves.
Otra imponente playa, Trengandín, entre los pueblos de Helgueras y Noja.
"Trengandín o la ”playa grande” es silenciosa e íntima, con su fina y dorada arena bañada por cristalinas aguas, mecidas por suaves ondas que apenas despiertan rumor al encontrar la orilla." ( Pag web Ayunt. de Noja).
En un día como hoy de mediados de diciembre el bucólico concepto que expresa la página web del ayuntamiento de Noja se ajusta bastante a la realidad. Distinto será en agosto.
"Trengandín o la ”playa grande” es silenciosa e íntima, con su fina y dorada arena bañada por cristalinas aguas, mecidas por suaves ondas que apenas despiertan rumor al encontrar la orilla." ( Pag web Ayunt. de Noja).
En un día como hoy de mediados de diciembre el bucólico concepto que expresa la página web del ayuntamiento de Noja se ajusta bastante a la realidad. Distinto será en agosto.
" La playa de Ris forma una "concha" amplia, que con marea baja permite el
disfrute de más de 40.000 metros cuadrados de fina y maravillosa arena".( Pag. web Ayunt. de Noja)
Pero no toda la costa cántabra son maravillosas playas de fina arena, la inmensa mayoría lo forman acantilados, cabos, entrantes, rías. Nuestras bicis seguirán la línea costera hacia el cabo de Quejo, dejándonos unas buenas vistas hacia las playas anteriores.
Palacio de los Condes de Isla, en la localidad del mismo nombre,( bien de interés cultural).
No podemos acabar la excursión sin hacer una visita a la pintoresca Villa marinera de Santoña. Un suave pedaleo por El Pasaje es un privilegio que compartimos con sus habitantes.
Y si te apetece tomar un vino blanco solera acompañado de buen queso y un octavillo de anchoas del lugar, no dejes de pasarte por la cantina de Berto. Un placer.
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