Pocas veces un plato de garbanzos nos ha costado un esfuerzo como el realizado en esta ocasión. Más de 1200 metros de desnivel desde el río Deva, a su paso por La Hermida, hasta una de la principales entradas al parque Nacional de Picos de Europa, el asturiano enclave de Sotres. Todo ello a golpe de pedal.
Pero antes de alcanzar Sotres, pasamos por otro peculiar pueblo, Bejes, un barrio situado al sol de la mañana y otro al de la tarde.
También madrugan las ovejas para aprovechar este soleado día y no perder tiempo para pacer. De su estupenda leche saldrán con posterioridad esos preciados quesos elaborados según la tradición secular y curados en cuevas.
Dejamos Bejes en el fondo y seguimos ganando altura por el camino minero que llega hasta las minas de Ándara.
Al otro lado del barranco alcanzamos a ver el pueblo de Tresviso .
Nos internamos en el Monte la Llama, y pisamos las primeras nieves y los helados charcos de la pista.
La juventud abriendo huella, los puretas vamos de coche escoba.
El esfuerzo, la locura, la sudada, el frio, nada se interpone a la pasión y a la visión de los Picos. Dijo el sabio que "siempre hay algo de demencia en el amor y siempre hay algo de razón en la demencia". En este caso hablamos de nuestro amor por la montaña. Nos hacemos eco de la frase.
Ya tenemos Sotres a tiro de piedra, llega la recompensa.
Y en nuestro afán por encontrar "cantinas" hoy estamos de suerte. El bar-tienda La Gallega es todo un descubrimiento, un encantador descubrimiento. Un blanco con un caldo, nuestra ropa húmeda colgada de la cuerda en la cocina de Ana, la mesa puesta y la conversación dispuesta. Nada más se puede pedir, bueno si, dar cuenta de los garbanzos y tener una bajada sin percances. http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=12184095 |
1 comentario:
La ruta, preciosa, ¡qué valientes sois! Pero la cantina, "comercio mixto" decimos en mi pueblo, es lo más.
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