Aprovecharemos para cocinar un plato con pimientos recién traídos de la huerta. Por cierto exquisitos.
Es fácil, entretenido, poco corriente y lo más importante, buenísimo.
ELABORACIÓN: Lo primero que hacemos es pochar la cebolla con la patata partida muy muy pequeña. como si fuéramos a cocinar tortilla de patata. Una vez terminado, colamos y absorbemos la mayor cantidad de aceite posible.
Mientras, quitamos la parte superior de los pimientos así como las pepitas y los reservamos. Batimos los huevos y se los añadimos a la mezcla anterior sin cuajar.
Rellenamos los pimientos con una cucharita pequeña o alargada.
Luego tapamos y ponemos un par de palillos para que no se escurra.
Freímos a fuego bajo, retiramos las tapas y plato listo para comer.
También los podemos cortar a rodajas para aperitivo o acompañando a una ensalada.
Os lo recomiendo, este plato seguro que gusta a todo el mundo mundial.
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