Recorremos en esta ocasión bellos paisajes pertenecientes a la comarca de Los Valles Pasiegos, dice el cartel que leemos a la orilla de la carretera que estos Valles son "el secreto de Cantabria".
Desde esta preciosa calle de Villacarriedo damos comienzo la excursión, dejando a nuestra espalda el Palacio de Soñanes , hoy convertido en hotel, y esta adornada balconada, entre ambos edificios se encuentra el colegio de Los Escolapios.
Desde Villacarriedo nos dirigimos a Selaya con el ánimo de calentar un poco las rodillas pues lo siguiente será todo subir y subir, primero hasta el Alto del Caracol y después a la cumbre de la foto, El Coterotejo.
A pesar de la sequía que asola buena parte de la comarca, aquí sigue predominando el verde, verde de los prados y verde de los fresnos, robles y hayas. Las sencillas construciones de piedra y tejado de lanchas, complementan armoniosamente estos parajes.
La niebla amenaza el alto del Coterotejo, si lo perdemos de vista por su culpa no subiremos, quizás alguno se alegre, pero no fue así, nos impidió ver en toda su amplitud el barranco sur del Cotero y los picones de Sopeña, pero aun así ha merecido la pena el esfuerzo. También la niebla le da un plus al paisaje de vez en cuando.
Se comenta que nos gustaría hacer un viaje con las bicis por Escocia, pero digo yo que con lo lejos que está y con lo cerca que tenemos esta particular Escocia, debemos de conformarnos por el momento.
La preciosa luz de principios de septiembre nos facilita la labor para los que somos unos meros aficionados a la fotografía, el resto lo pone el entorno por el que rodamos, yo me limito a enfocar y disparar, sin bajarme de la bici.
El regeso lo hicimos pasando por la iglesia de la Virgen Valvanuz, a la que los pasiegos de la comarca tienen gran devoción.
Maravillosa tarde de recreo, un poco de esfuerzo y mucho aire puro que se respira por las alturas. A mitad de camino un plátano y un auténtico sobao pasiego, y para finalizar la cervecita en Villacarriedo.
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