miércoles, 8 de julio de 2020

PUERTO DE LAS ESTACAS DE TRUEBA. NO SÓLO BICI.

Fue un verdadero placer subir el Puerto de Estacas de Trueba. Ritmo pausado, paradas frecuentes, fotos, y auténtico deleite para la vista.
 La carretera recién reparada, quitamiedos en madera, dieciséis km con pendiente moderada, un paraíso para ciclistas y demás paseantes, motorizados o no.  
 Un paisaje espectacular, reserva cultural y etnográfica de Cantabria, decía algún ciclista
 Prado, cabaña y fresno. Queda resumido.
 Y, por supuesto, vacas, sin ellas nada de esto tiene sentido.
Coronado el Puerto, cortavientos y descenso.
 Para gustos están los colores.
 Apología del terruño.
 Sencillez, sobriedad, orientación.
Una agradable jornada rematada con la compra de la típica quesada para llevar a la familia y una comida en grupo en Casa Frutos.

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