sábado, 14 de octubre de 2017

SAN ESTEBAN DE CUÑABA. ASTURIAS ENTRE CASTAÑOS.

Nueva incursión en tierras asturianas para visitar la escondida aldea de San Esteban de Cuñaba, el pueblo de Cuñaba, y acceder a los invernales o puertos de Tremaño. Descenderemos por las abandonadas minas de Argayón hasta el pueblo de Robriguero y luego a Panes donde nos espera la cerveza y la fabada.
 Desde Panes un bonito sendero asfaltado nos saca a la iglesia de San Juan de Ciliergo, acostumbrados a verla siempre desde la carretera disfrutamos ahora a sus pies gracias a que esta vez el medio de transporte es nuestra querida bicicleta. 
 Maravilloso el otoño, basta que te encuentres dos chopos en el camino para que la vista se recree con esta estación. Nos falta la ruta completa, pero ganas daban de quedarse en el banco a pasar el día. 
 Nos hubiéramos perdido recorrer un duro pero bonito paisaje, y nos hubiéramos perdido poder contemplar unos cuantos  enormes castaños.
 La primera sudada, que no la única, la pillamos subiendo a San Esteban de Cuñaba donde alegremente nos recibe el perro.
 Así llegamos a la plaza del pueblo donde el cuatro veces centenario castaño recibe el último homenaje, conservando el tronco, con placa incluída, después que una ventolera acabara con él.
 Pocas casas componen la aldea, pero no hay sitio para más.
 Seguimos ascendiendo si queremos llegar al pueblo de Cuñaba, y desde aquí observamos San Esteban al fondo.
 Tendremos que pasar la sierra que tenemos a nuestra izquierda. Es lo que conocemos como una buena emboscada, !!madre mía¡¡ qué cuestas, menos mal que vamos de excursión y no competimos más que con nosotros mismos.
 Y superado Cuñaba la cuesta sigue y con pendiente de vértigo, así que no queda más remedio que echar pie a tierra y sacar el bocadillo y la bota o seremos incapaces de llegar al puerto.
Pero lo hemos conseguido, la vaca carreña nos da la bienvenida y nos desea feliz y prudente descenso.
Así lo haremos, con cuidado bajaremos hasta el Río Cares y tomaremos la merecida cerveza en la cantina de Abandames,  y ya puestos, nos animamos con una fabada en Panes, fin de ruta.

2 comentarios:

Severina dijo...

¡Precioso!

MAITE dijo...

Envidia sana, pedalear y disfrutar a la vez de éstos bucólicos paisajes, oh!.😎