sábado, 15 de julio de 2017

CANTABRIA INTERIOR.

Muy conocida es la costa de Cantabria, sus playas y pueblos costeros se llevan la inmensa mayoría de los visitantes, otros pocos van a Liébana  y los menos a esta Cantabria interior, verde, lluviosa, accidentada, con la población diseminada en pequeños núcleos cuando no en casas aisladas.
 Elegimos hoy este entorno para una preciosa ruta de senderismo en la que lo característico del paisaje va a ser el hayedo, las cabañas con su prao y el lapiaz.
 Profundos valles y moles rocosas entre las que se cuelan manchas de hayas, fincas con poco futuro la mayoría, dado el mal estado de conservación de  muchas de las cabañas, síntoma también de que un modo muy especial de vida y aprovechamiento de los recursos está a punto de claudicar. 
 Las garrapatas aprovecharán el paso de los intrusos para colarse entre sus ropas, hasta media docena contabilizamos el día siguiente entre todos. 
 El haya es, sin duda, el árbol preferido por este terreno húmedo y asomado al norte.
 Ya no da sombra a ningún inquilino de la cabaña pero ambas mantienen a duras penas su verticalidad.
 Creo que un importante evento deportivo a dos ruedas va a cruzar por esta angosta herradura.  
 La foto refleja un poco el modo de explotar estos terrenos, el prado de enfrente se nota que está segado a dalle. Lo que digo los días contados.
 Este, con máquina lo segó el pasiego.
 Dolinas o torcas y lapiaces nos salen al paso, así como innumerables cuevas y peligrosos agujeros que con niebla pueden dar un disgusto al caminante, mejor abstenerse con este meteoro.
 De ningún modo las fotos hacen justicia al paisaje atravesado durante la jornada, pero menos es nada, y sirven para tener un pequeño recuerdo del día, que la retina lo ve pero la memoria lo esconde en recónditos rincones, cada vez más recónditos... 
No ha faltado la cantina, cien años de historia nos dice la veterana cantinera. Rubalcaba es el pueblo.

miércoles, 5 de julio de 2017

TARDE DE PEDALEO POR EL CENTRO DE CANTABRIA.

Tarde de paseo en bici por un lugar cualquiera de Cantabria. Rincones no nos faltan para disfrutar de esta placentera actividad, moviendo las piernas movemos el corazón, y haciéndolo en grupo compartimos emociones, estados de ánimo y alguna cerveza.
 Siempre aparece algo digno de destacar en nuestra rutas. La portada de esta casona y la pared de cudones llamó nuestra atención.
 Castaños, robles y eucaliptos jalonan la ribera del Pisueña.
 Que un poco más abajo vierte su aguas en el Pas.
 Y que nosotros cruzamos por este puente colgante.
 Más muestras de arquitectura rural, en este caso la buganvilla pone una bonita nota de color. 
 Iglesia de la Virgen de Valencia y anciana cagiga a su vera.
 Casa natal de José María de Pereda.
Y antigua cantina en el mismo pueblo del escritor que como no podía ser de otro modo se llama "Peñas Arriba" desde 1888 funcionando, casi nada.