domingo, 27 de septiembre de 2015

CAMPOO-VALDEOLEA. VIAJANDO EN EL TIEMPO.

Cinco mil años separan el menhir de Piedrahica o Piedra de Sansón, que visitamos en Reinosilla, del gigantesco aerogenerador colocado a no mucha distancia. Ambas moles merecen la admiración de estos humanos. Pero aun hay más, desde puentes y ruinas romanas hasta asentamientos militares y civiles de diversas épocas, pasando por interesantes iglesias románicas con pinturas góticas incluidas.
Todo esto y mucho más tenemos el honor de recorrer en la jornada de hoy.
 La primera estampa que nos tropezamos en la fresca mañana es esta manada de caballos recién aseados que seguro que vienen de la feria de San Mateo. Bello paraje de praderías este que recorremos para llagar al pueblo de Izara.
 Vamos a darle tiempo al sol para que caliente el ambiente y aleje la niebla de nuestra ruta. El esfuerzo realizado subiendo el hayedo se compensa con un apretón a  la bota.
 Vamos ganando altura y el espectáculo es ahora doble o triple, la niebla forma un mar de nubes en el Valle de Campoo, a lo lejos divisamos una amplia panorámica, el circo del Tres Mares es lo más cercano; y los oídos se deleitan con los lejanos berridos de los venados, recién despertado su celo con las últimas lluvias de septiembre. Y no hemos hecho más que empezar la ruta...
 Primera parada de avituallamiento al lado de la iglesia románica de Mata de Hoz, en su interior conserva pinturas murales del siglo XV, no tuvimos ocasión de verlas, unos lo sienten más que otros, "no será la catedral de Burgos" expone el botero Sito. Tampoco esto es Burgos, es Valdeolea y no debemos restarle un ápice de valor a su patrimonio.
 Ni a su patrimonio ni a su territorio, no en vano los romanos lo eligieron como pastos para la caballería de la Legio IV Macedónica.
 Y antes que los romanos otros pueblos hincaron los menhires por diversos puntos del Valle, disposición no aleatoria según diversos estudios, orientados de una determinada manera y transportados desde otros lugares a su emplazamiento, como así lo atestiguan los materiales de las rocas.
 Más restos antiguos lo constituyen restos de calzadas y puentes, unos serán romanos y otros medievales, por todos ellos tenemos el privilegio de pasar.
 También deberemos atravesar la moderna autovía de la meseta si queremos alcanzar otra de las joyas del románico de Campoo, la Colegiata de Cervatos. Para los amantes del románico vengan sin prisa a Cervatos que su colección de canecillos su portada y su interior, no es compatible con las prisas.
 Nosotros seguimos ruta que nos queda la última de las subidas del día, y no es pequeña. Nos aproximamos al molino eólico recientemente colocado y no exento de polémica dado el emplazamiento y el tamaño del mismo. Si apareciera un hombre del Neólitico quizás intercambiáramos alguna explicación sobre sus menhires y nuestros molinos.
 No vamos a esperar parados a que tal hecho suceda, por tanto seguimos en busca de otra de las joyas patrimoniales del Valle, los restos de la ciudad romana de Julióbriga. Hacemos otro descanso contemplando el trazado de la ciudad y la panorámica que desde aquí se divisa.
 Con el fin de sacralizar la urbe, se construye en el foro de la ciudad lo que es la iglesia románica de Retortillo, siglo XII, bien conservada y atalaya perfecta para divisar Reinosa y alrededores desde su campanario espadaña.
Hemos finalizado esta interesante excursión y como nos han sobrado vituallas nos dirigimos a la cantina de Requejo,"Casa Nino",  para acompañarlas de unas cervezas. Grata sorpresa de encontrar un sitio como este en estos tiempos de macrotiendas. Una atención familiar, aprendida y practicada por esta tercera generación de tenderas, no en vano lleva abierta desde 1918, y unos estantes con los productos de toda la vida. Nos llevamos unos kilos de legumbres  y una bacalada cada uno, y un buen recuerdo del lugar, tanto que alguno ya piensa franquiciarlo, error, y las cantineras? eso no se franquicia.
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=10927884

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