jueves, 20 de junio de 2013

RUTA DEL CID.

¡Dejad fuera los cuidados
y acudid donde el juglar,
pues el juglar que bien canta,
remedio os será de mal,
medicina de las penas
y diversión sin igual!
Comenzamos en Burgos esta modesta gesta que por yermos y por poblados nos llevará, con la ayuda de nuestras "babiecas" y la buena suerte de la corneja, hasta Molina de Aragón, en la provincia de Guadalajara.
Atravesamos la jurisdicción de Lara, pueblos poco poblados, alguna persona mayor y jubilados retornados que cuidan con esmero sus huertos. La naturaleza está exhuberante, nos acompañan pájaros y grillos, también algún rebaño y hasta el cuco, que pone en guardia al resto de fauna a nuestro paso.
Así llegamos a Salas de los Infantes en cuya plaza mayor se celebra un mercado medieval. 
La fresca mañana del mes de San Juan es la ideal para recorrer estos pagos, el silencio y el rocío potencian las sensaciones de libertad y disfrute del campo en toda su intensidad.
Recorremos varios pueblos serranos, el primero Hacinas, curiosos los fósiles de árboles, de edad superior a los 120 millones de años.
Pasamos por robledales y sabinares.
Llegamos al Cañón del Río Lobos, monumento natural vigilado por buitres y alimoches.
La ermita de San Bartolomé, custodiada por el roquedo y los secos troncos de los olmos, le da un aspecto mágico al entorno.
En la plaza de la catedral del Burgo de Osma tomamos la fresca cerveza ganada a base de pedal. Buen lugar para el descanso.
El castillo de Gormaz domina la rica vega alrededor del Río Duero.
Espectaculares trigales cambiando de color y salpicados de amapolas nos hacen el camino muy ameno, más adelante nos esperan páramos y loras.


Parece que no haya pasado el tiempo desde que el Cid pasara por aquí.

Castillos y atalayas, casas de adobe, iglesias, cruces, viejos caminos de transhumancia y gente mayor añorando otros tiempos, o quizás su juventud.

Tomamos al asedio Medinaceli pero no encontramos resistencia. El pueblo se halla prácticamente vacío. Recorremos sus calles y plaza  mayor, la sensación de soledad nos sobrecoge. Es lo que tienen los lunes.


Los romanos dejaron su huella en forma de un enorme arco que perdura en el tiempo.


Superada Medinaceli nos espera una larga etapa. Nos internaremos entre grandes barrancos de pinos, muchos de ellos pasados a mejor vida por devastadores incendios. Nos tratan de maravilla en Cobeta, comida casera de la huerta y la granja y consejos turísticos de primera mano. Así recorremos el desfiladero hasta llegar a la ermita de Montesinos.


Por otro desfiladero, el del Río Gallo llegamos al monasterio de la Hoz, la lluvia nos hace buscar refugio, por suerte, en el bar del monasterio, hidratarse toca.


Si a últimos de junio hace fresco en Molina de Aragón debe de ser verdad que en invierno hace frío.
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=4709920
 















1 comentario:

Severina dijo...

Después de ver este atractivo reportaje creo que lo de que el Cid guerreaba y conquistaba era un bla bla que él se inventó para hacer turismo sin que nadie lo molestara y con la excusa de que estaba trabajando para el ingrato de su rey.Un listillo, el Cid. Y, sí, el frío de Molina de Aragón, en septiembre , por ejemplo, es polar, pero tienen un chorizo dulce frito que mejora los edredones nórdicos. Muy buena ruta, chicos.