domingo, 15 de mayo de 2011

ESTAMPAS EN PELIGRO DE EXTINCIÓN

Finalizada la jornada por el pueblo y repasando lo que ha reflejado la cámara en el día de hoy, me salen unas cuantas estampas a las cuales considero en verdadero peligro de extinción. Veamos:Me llevo una alegría cuando veo a la gallina clueca, después de ventiún días dando calor a sus huevos, acompañada ya de su prole y aplicando las primeras lecciones. Una estampa tan poco común hoy en día que he decidido incluirla en esta serie.
Como tampoco es común el sabroso y en otros tiempos abundante cangrejo de cualquier arroyuelo de la zona donde con el retel o con la misma mano le llevabas a tu madre unas docenas para hacerlos con arroz o con tomate.



Y qué decir de la sabrosa miel de los dujos catada por el mes de octubre y colada a base de calor y de apretar los panales dentro de la manga. La puchera o humeru que está encima de los dujos se llenaba de boñigas, se encendía y se soplaba por los orificios que en ella se distinguen; el humo servía para espantar y marear un poco a las abejas e impedir que te piquen cuando catas o enjambras.


Otra estampa a punto de pasar a mejor a vida, la siega con el milenario dalle, no vamos a comparar el siseo que produce el dalle al cortar la hierba con ese ensordecedor ruido de las desbrozadoras a gasolina. Cuatro primaveras le auguro a esta herramienta.


En verdadero peligro se encuentra el derecho roble albar de la mata del pueblo, señalado ya para la corta y venta en subasta pública junto con otros tantos como él. Una verdadera pena que para sufragar gastos se tenga que recurrir a este sistema.



Y en auténtico peligro de extinción se encuentran los pocos habitantes de la comarca, debido sobre todo a su edad. Aquí no hay relevo generacional.



Y si los habitantes desaparecen, los pueblos irán tras ellos. Quedará la espesura y el follaje envolviendo carteles, casas e iglesias.


2 comentarios:

Montacedo dijo...

Reseña tan breve como acertada. Nada más que añadir.

Severina dijo...

Polluelos, dujos, dalle, pitinos, casiellos, gadaña; la misma realidad, distintos nombres, el mismo final. Los paisanos rumiando que con ellos se acaba una forma de vida y los que hemos desertado haciéndonos preguntas sin respuesta.