domingo, 16 de enero de 2011

LAS TUERCES. PASEO INVERNAL

Con la disculpa de que Irene está estudiando en el cole las rocas, hacemos hoy una ruta geológica de lo más interesante. La meseta de las Tuerces, próxima a la localidad de Aguilar de Campoo y desde el pueblo de Villaescusa de las Torres. Una persistentente niebla nos acompaña durante todo el recorrido, nada que objetar, también así ha tenido su encanto. Recorrer los senderos entre las rocas con la niebla a ras de suelo ha servido de juego para los peques.

Si Cuenca es la ciudad encantada, las Tuerces no lo son menos, la erosión nos ha dejado en estas rocas calizas unas caprichosas formaciones.


A través de estos cerrados senderos con la helada pegada a las ramas de los arbustos, nos vamos internando por los vericuetos hasta que damos vista a la más intesante formación rocosa llamada La Mesa.
Como parece que la niebla no da respiro decidimos coger un camino que nos lleve de vuelta a Villaescusa, así realizamos un pequeño circuito de unos seis km. También es verdad, que nos esperan en Castrillo de Valdelomar unas ricas patatas de Valderredible, con su chorizo y su costilla, calientes, calientes, como se deben de comer las patatas.

La tarde un placer, volvemos a ver el sol, damos un paseo por el pueblo, degustamos café y chupito con el amigo Tomé, que amablemente nos acoge en su casa, también nosotros le ofrecemos conversación, que él valora.
Con esta instantánea nos despedimos del pueblo, quedando en nuestra retina esta estampa ,tres colores: el rojo de las tejas, el verde del prado y el tostado de la piedra, acaso añadimos el azul cielo del atardecer.









lunes, 3 de enero de 2011

Video Higón Nochebuena 2010

http://www.youtube.com/watch?v=s4KuEgF1T_YUn pequeño paseo por Higón el día de Nochebuena:

HUEVO FRITO CON MORCILLA

No solo de paseos vive el hombre, también hay que trabajar, y además realizar las tareas propias del género. Entre estas últimas la cocina es la que más practico.

Hoy toca un exquisito plato propio de la cena de muchos hogares de zonas rurales, huevo frito con morcilla y cebolla dulce pochada. Nada que envidiar al típico huevo con patatas fritas y chorizo frito.

Freir un huevo no tiene demasiada ciencia, pero freirlo bien es un poquito más difícil, y que te salga con puntilla ya es de nota, siempre que no se quede seco.

La cebolla, despacito en la sartén con aceite; la he regalado un chorrito de licor de orujo con manzanas silvestres y una cucharada de azúcar moreno.

A la morcilla graciosa picante y sosa, vuelta y vuelta en la sartén y servir caliente.
Es lo que tiene pasar la Navidad en el pueblo que siempre te cae un buen aguinaldo.

sábado, 1 de enero de 2011

PASEO DE AÑO NUEVO

De nuevo aprovecho el primer día del año para sentar precedente de lo que puede ser el resto, esto es, recorrer los preciosos espacios naturales que nos brinda este territorio de Cantabria y Burgos para disfrutar de paseos, tanto en bici como andando, solo o acompañado. Hoy, junto con el pequeño de la casa (los demás no están por la labor de madrugar) nos subimos al alto del Puerto del Escudo y desde allí hacemos un circuito por dos de los aproximadamente seis barrios que componen el pueblo de Resconorio, Penilla y Baquelín.
Resconorio cuenta con un pequeño grupo de viviendas agrupadas en torno a la iglesia y con una buena cantidad de otras diseminadas por un extenso territorio.

Algunas de las muchas cabañas que vemos son solo para ganados, otras han sido utilizadas hasta hace unos años tanto para el ganado como para habitarlas, cuando la temporada lo requería. Las dos piedras inclinadas de la entrada, con una pequña canal en su centro, permiten que las traviesas no caigan, el cierre del pajar también tiene su ciencia.


Nos comenta Jacinto, que en la actualidad no más de cuatro o cinco vecinos cuentan con ganado , cuando en tiempos pasados salían de aquí buena cantidad de novillas para la feria de Torrelavega dedicadas a granjas de explotación lechera.

Muchas de las cabañas van acompañadas del simbólico tejo, en otras crece un fresno o un haya a su orilla.


Después de unos ocho km. mitad cuesta abajo y otros tantos cuesta arriba llegamos de nuevo al Puerto del Escudo. Salud y ganas de seguir disfrutando de algo tan bueno y tan barato.