viernes, 12 de noviembre de 2010

FALDA DE PEÑA SAGRA Y RIO VENDUL

Aprovechando este maravilloso día del veranillo de San Martín volvemos a tierras conocidas pero no del todo disfrutadas en una ocasión en que la niebla no nos permitió visualizar este espectacular entorno. Hemos salido de Puente Nansa, calentando piernas hasta Cosío para desde aquí tomar el desvío hacia San Sebastián de Garabandal, nuestra intención es recorrer el camino que discurre por la falda norte de la Sierra de Peña Sagra y disfrutar de las vistas a sus nevados picos, entre los que destaca El Cuernón con sus 2048 metros de altitud y esa peculiar forma de espolón. Ya en otra ocasión hicimos la travesía andando, desde el pueblo de Pejanda hasta su cumbre, esfuerzo que se ve compensado con unas impresionantes vistas (cuando la niebla lo permite).
Sube que te sube llegamos al Collado de Abellán, con más de novecientos metros de desnivel sobre la salida, nuestras piernas acusan el cansancio, entonces se abre el debate sobre si será ya hora de tomar una de las decisiones más duras de la historia de este peculiar grupo Rueda la Bota, decisión que no es otra que la de bajar kilómetros y subir comida y descansos. Creo que se aprueba la moción; uno tiene la espalda hecha un coloño, otro se queja de la rodilla y un tercero dice que la pastilla de la tensión le deja sin potasio o sin potencia, no está claro. Desde el Collado de Abellán parten caminos hacia La Lastra, hacia Pejanda por el llamado camino del Potro (también conocido por este grupo) y otro hacia San Sebastián distinto al de la subida y conocido como Camino de Castilla, de nuevo ante nosotros esos caminos con mucha historia que tanto nos gustan.

Desde Abellán tenemos unas privilegiadas vistas al pueblo de Tudanca y sobre todo al Prao Concejo de Tudanca, propiedad comunal que llegado el tiempo de la recolección de la hierba se reparte en suertes entre los vecinos del pueblo.

Desde el llamado camino de Castilla llegamos a divisar el mar, enseguida la bajada será vertiginosa hasta llegar a cruzar el río Vendul, momento que recogemos en la instantánea superior. Pero aun tenemos que superar una buena cuesta, llamada chincheta en nuestro argot, para ponernos ya a unos pasos de San Sebastián de Garabandal.


La tarde se presenta muy tranquila en la población, no se ven grandes masas de peregrinos, tan solo unos ancianos sentados en la piedra calentada por el sol de la tarde y dispuesta al lado de la entrada de la casa.


Saliendo de San Sebastián nos encontramos con este homenaje a la madre del emigrante, Sito que es un sensiblón se quiso retratar a su lado, claro que su madre salió de un pueblo no lejos de este para buscarse la vida cerca de la costa donde quizás, como ellos dicen, se pasan menos penalidades.

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